El exsocio de Urdangarin documenta la relación de la Casa del Rey con Nóos
Diego Torres sostiene que “el jefe”, en alusión al Monarca, realizó alguna gestión En un correo, Urdangarin le dice a la princesa Corinna: "Como te ha dicho mi suegro" El exaliado del duque dice que le ofrecieron "dinero y trabajo" si asumía toda la culpa
Con una nueva remesa de correos electrónicos, el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, sostuvo ayer ante el juez José Castro que la Casa del Rey supervisó la actividad del Instituto Nóos, que tuteló sus negocios y que tanto la infanta Cristina como el asesor de esta, Carlos García Revenga, tuvieron un papel de control en la institución desde sus puestos en la junta directiva. Incluso, Torres apuntó directamente al Rey, al que internamente se referían como “el jefe”, según dijo.
Torres, imputado como su exsocio Urdangarin, por hasta ocho supuestos delitos de corrupción en el caso Nóos, declaró ayer en Palma ante el juez Castro y el fiscal Pedro Horrach, a lo largo de siete horas. Aseguró que los negocios que hizo el Instituto Nóos –por más de diez millones de euros— fueron lícitos, que los eventos se celebraron y que no existen facturas falsas. Y para subrayar la legalidad de las operaciones, insistió en que Nóos contó con el consentimiento y amparo de la Casa del Rey. Así, recalcó que su instituto nació con el impulso y participación de la infanta Cristina en su junta y destacó el papel de tutores de García Revenga —ya imputado— y del asesor del Rey, José Manuel Romero, el conde de Fontao, que será citado por el fiscal.
Para asentar su autodefensa, Torres contraatacó aportando una nueva colección –la cuarta remesa— de más de 200 nuevos correos electrónicos privados de Urdangarin y más documentos que posee de la trama. Al contestar al juez, citó frases y hechos y entregó la correspondencia. Aludió a un correo donde se relata la supuesta gestión del Rey asegurando que había hallado un patrocinador privado para Nóos.
“Como te ha dicho mi suegro, te mando mi currículo”, le dijo el duque a Corinna
En los emails consta, además, el interés del príncipe de Asturias por eventos deportivos que gestaban el duque y Torres. En la documentación presentada por el exsocio del yerno del Rey también se habla, repetidamente, de la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga personal del monarca, que asistió a uno de los foros Valencia Summit, invitada por Nóos.
En uno de los correos, la Casa del Rey señala al duque como candidato a figurar en la dirección de la fundación Laureus, en la que la aristócrata alemana es directora estratégica. En otro email, Urdangarin concreta: “Como te ha dicho mi suegro, te mando el currículo”. Además hace constar su número de cuenta corriente.
El ex aliado del duque de Palma situó a la Infanta en un activo papel en el nacimiento de Nóos y hasta en la búsqueda de la sede física en Barcelona. Sin embargo, la fiscalía ve “difuminada” la posible responsabilidad de Cristina de Borbón después de que, al insistirle en el interrogatorio, Torres afirmara que ella no iba a la sede, que no hay cobros directos por su parte y que no realizaba gestiones. Por ello, no tiene previsto citarla a declarar.
Torres desveló también que la defensa de Urdangarin quiso acallarlo, comprar su silencio y que él asumiera toda la responsabilidad para exculpar al duque. A cambio, se le pagaría su abogado y se le buscaría un trabajo en Suramérica para que no se preocupara de su vida futura. El abogado del duque, Mario Pascual, lo negó al salir del juzgado. Torres detalló que el encuentro sucedió en el despacho de su defensor, Manuel González Peeters.
Urdangarin y su socio, directamente y a través de intermediarios, y con contactos oficiosos con la fiscalía, han tanteado una salida, pactada, al proceso penal para evitar acudir al juicio con una fuerte carga acusatoria y meses de escándalo público. Urdangarin y Torres debían reponer el dinero malversado más la multa (unos ochos millones) y asumir una petición de pena que no implicara el ingreso en prisión. A estas alturas, el pacto de conformidad no aseguraría el posible paso por la cárcel, una condena de menos de dos años.
José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao y asesor del Rey, hizo gestiones en 2006 por indicación de don Juan Carlos para que Urdangarin se apartara de Nóos, pero no le obligó a dejar sus negocios, contó Torres, porque solo les requirió que “cubrieran las apariencias”. El secretario de la Infanta, Carlos García Revenga, según la versión de Torres, garantizaba el aval de la Zarzuela a las gestiones de Nóos ante las administraciones. Y su relación con Urdangarin ha quedado plasmada en el envío que realizó el duque de una foto de ciclistas desnudas. Para el mismo destinatario firmó el polémico email del duque em-palma-do.
En La Zarzuela, añadió Torres, Urdangarin y su socio —que viven en Barcelona— se reunieron con el que era presidente valenciano, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, para cerrar el Valencia Summit. Nóos captó 3,5 millones de euros públicos. Camps negó la cita en un comunicado. El duque de Palma también usó para sus negocios el palacio de Marivent en Mallorca, donde se reunió con el expresidente Jaume Matas. Urdangarin y Torres captaron 2,3 millones en convenios con Baleares. El juez les impuso una fianza civil de 8,1 millones, solidaria, para garantizar que, en caso de ser penados, puedan reponer el daño causado a las arcas públicas.
Torres, en su larga declaración, fue más allá al descargar sobre Urdangarin el montaje de la red económica internacional de Nóos que, según la Fiscalía y Hacienda, sirvió para evadir impuestos. Recalcó que Urdangarin apuntó a esta red al extender su actividad con unos juegos panamericanos. Torres y su esposa Ana María Tejeiro –que también declaró ayer ante el juez—, tienen 960.000 euros bloqueados por el juez en Luxemburgo. Es una vieja herencia familiar y sus ahorros de toda la vida, según dijo Torres.
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