_
_
_
_

Despacho abierto en Génova 13

El extesorero del Partido Popular pagaba sobresueldos en dinero negro a cargos del partido, según fuentes de su entorno

Carlos E. Cué

La cúpula del PP entró en estado de choque al conocer que Luis Bárcenas tenía 22 millones en Suiza. ¿Qué hacer? El equipo de confianza de Mariano Rajoy, principal afectado por el escándalo, porque él fue quien aupó a Bárcenas de gerente a tesorero y quien decidió defenderlo un año entero —nunca llegó a echarle, él dimitió—, tomó una decisión rápida. Pedir perdón no está en su estilo, querellarse contra él era arriesgado —Bárcenas conoce todos los secretos de las finanzas del PP de los últimos 20 años—. Así que optó por una estrategia muy marianista: “Bárcenas no es del PP”, fue la consigna desde el miércoles. “No tiene nada que ver con el PP, este es un asunto privado”, repetían sus portavoces, incluida Dolores de Cospedal, la cara visible del partido ante la ausencia, una vez más, del presidente. Cospedal y los suyos trataron de convencer a sus indignados votantes de que el PP había roto por completo en 2010 con su extesorero. Pero la realidad es bien distinta.

La acumulación de esos 22 millones de euros en Suiza se produjo mientras Bárcenas era gerente y tesorero del PP y Rajoy presidente. Pero no solo eso. Después de que formalmente el PP rompiera con él, aceptara su petición de suspensión de militancia y su entrega del acta de senador, en abril de 2010, Bárcenas ha seguido entrando y saliendo con absoluta normalidad y mucha frecuencia, según varios dirigentes, de la sede nacional del PP, la que fue su casa, en la calle Génova de Madrid. El extesorero, lejos de haber sido declarado persona non grata en esa sede, la visitaba —al menos hasta el miércoles— con la frecuencia que él quería, que era mucha. Se encontraba por los pasillos con dirigentes, les pedía cosas, trataba de buscar ayuda para sus asuntos judiciales y sus actividades económicas, que siguen siendo muy importantes. Muchos comentaban en privado la presencia de Bárcenas, que les seguía sorprendiendo. Pero nadie se animó a decirle que no fuera más, ni siquiera el único con autoridad para hacerlo: Rajoy.

Bárcenas, una persona clave en la estructura del PP incluso cuando todavía era AP, y cercana tanto a Rajoy como a Javier Arenas y a otros muchos dirigentes históricos, en especial Francisco Álvarez-Cascos, entraba hasta este miércoles con tanta naturalidad en la sede de Génova que tiene allí incluso una sala dedicada en exclusiva a sus cajas de documentación, la sala Andalucía. Cospedal y Bárcenas protagonizaron en 2010 un rocambolesco episodio a cuenta de esa sala. El extesorero tapó el cristal con cinta oscura para que nadie viera qué había dentro, y ella ordenó despegar la cinta. Ahora las cajas están a la vista de todos en la sede.

Cospedal, que fue la que más directamente se enfrentó con él en la etapa cumbre del caso Gürtel, permitió sin embargo que, por orden de Rajoy, a Bárcenas se le pagara el abogado que le defendía. Cuando EL PAÍS publicó este trato de favor, Cospedal logró su objetivo y el PP dejó de pagar al letrado, aunque este reclamó 200.000 euros por los gastos hasta ese momento. En teoría, el PP también le quitó el coche oficial. Sin embargo, la mujer del extesorero acudió a la Audiencia Nacional a declarar en ese coche, que siempre usó su marido, con el chófer del PP. Algunos dirigentes señalan que Bárcenas sigue usando un coche del partido cuando lo requiere. En el PP lo niegan tajantemente, aunque ya en el pasado el extesorero ha dado muestras de tener más control de los engranajes del partido que sus propios dirigentes. No en vano conserva a familiares y amigos en la sede.

Lo que no se animan a negar las fuentes oficiales es que la secretaria de siempre del extesorero sigue llamando en su nombre desde la sede Génova, donde ella continúa trabajando para el partido. Esto es, para la gente de fuera con la que Bárcenas se comunica, él sigue llamando desde la calle Génova y con su secretaria de siempre, como si aún trabajara en el PP. Este tipo de trato de favor, que indigna a muchos dirigentes, demuestra que la imagen que la dirección ha querido dar de ruptura total con el extesorero desde hace mucho tiempo no se corresponde con la realidad hasta el miércoles. Nadie sabe si por miedo o por desidia, Bárcenas ha seguido haciendo casi lo que quería en la sede de Génova.

Sin embargo, la indignación producida tanto en la calle Génova como sobre todo fuera de ella hace pensar que este tipo de trato de favor no se repetirá. Bárcenas no ha pisado la sede esta semana, aunque sus cajas de documentos siguen allí. Él siempre se ha jactado de haberse llevado a su casa hasta nueve cajas de material sensible. Esa es su gran arma, insistía en privado, por eso nadie le toca. La cosa llegó tan alto que Rajoy tuvo que desmentir una extorsión de su extesorero: “A mí Bárcenas no me ha chantajeado”, dijo en julio de 2009.

Ahora Rajoy asiste estupefacto, según algunos de los suyos, al espectáculo de que el hombre que ha controlado durante 20 años el dinero del PP —público en un 90%, ya que deriva de subvenciones—, al que él designó como tesorero, acumuló en Suiza, con Rajoy de presidente del PP, 22 millones de euros opacos. Y por si fuera poco, su abogado dice que regularizó 10 de ellos ya con Rajoy en el Gobierno durante 2012. En el entorno del presidente aseguran por activa y por pasiva que ese dinero es de Bárcenas y no tiene nada que ver con la financiación del PP. Pero el incendio es de tal calibre que esa estupefacción de Rajoy, que sigue en silencio, se transforma en indignación de muchos de los suyos.

Buena parte del entorno del PP espera algo más que esa sensación de “sorpresa” de Rajoy que trasladan las fuentes oficiales. El presidente tiene previsto romper hoy en Almería su silencio.

En el PP algunos hablan del día de la marmota. De repente, parece como si todos los escándalos de 2009, que Rajoy dejó pudrir confiando en que el tiempo los resolviera, hubieran reaparecido en la misma semana. El escándalo de los espías —Rajoy ordenó a Cospedal en 2009 una investigación interna que después ambos dejaron en nada— ha vuelto al primer plano con la confesión de uno de los espías, que apunta directamente a Ignacio González, nada menos que presidente de Madrid, como ordenante del espionaje entre otros del actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y la actual delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. Y Rajoy no dice ni una palabra, ni toma ninguna decisión. Los suyos insisten en que llegado el momento impedirá que González sea candidato, pero nadie lo tiene claro.

El abogado de Bárcenas: "El PP debe abrir una investigación"

Miguel Bajo,  abogado del extesorero del Partido Popular (PP) Luis Bárcenas, ha instado al PP y al ministerio de Hacienda a abrir sendas investigaciones sobre la información publicada que apunta a que Luis Bárcenas supuestamente pagó sobresueldos en dinero negro durante años a parte de la cúpula del PP.

"El PP tendrá que abrir una investigación de esto y Hacienda Pública y la Agencia Tributaria tendrá que abrir otra y con el resultado después se sabrá", ha manifestado Miguel Bajo, al tiempo que ha opinado que "se está analizando de una forma equivocada el tema de la entrega de los sobres" porque "puede ser dinero A o dinero B, según lo declare o no el que lo recibe".

Según Bajo, "el que recibe el sobre tiene la posibilidad al año siguiente de decir he recibido este dinero y, por lo tanto, lo declaro a Hacienda por el IRPF" y "si quien lo entrega realmente lo que está ocultando es el origen, cometería una irregularidad". "Aquí lo único que se dice es que alguien entrega en unos sobres, un dinero. Eso carece de significación, desde el punto de vista, de la ilicitud mientras no sabemos de dónde procede el dinero", ha puntualizado.

El letrado también ha matizado que el problema lo tendrá quien "verbalmente" ha comunicado esa información "sin que pueda probar con constancia documental de la contabilidad del partido que eso ha ocurrido así". "Él tendrá que probar de algún modo que efectivamente eso se ha entregado", ha agregado.

Preguntado sobre si el PP puede perjudicar más que beneficiar a la hora de defender a su cliente, ha contestado que tienen "una defensa independiente de los intereses del PP, porque es una defensa particular que poco tiene que ver con la gestión política del PP dentro de la administración pública española".

Y, por si fuera poco, González anuncia que acaba de comprar en diciembre un apartamento de lujo en Marbella por 770.000 euros después de que la policía abriera una investigación sobre ese piso de la que nadie se hizo cargo y que acabó con la dimisión del comisario general, un nuevo escándalo en una comunidad, Madrid, que vive con un PP en estado de susto permanente, con una gran crisis política también en el Ayuntamiento, sin que el líder del partido haga nada de momento más que esperar a ver si escampa.

La siguiente preocupación, además de Baleares, que sigue dando muestras de que la financiación ilegal que Cospedal siempre negó está a punto de ser constatada judicialmente, es la Comunidad Valenciana. Esta misma semana ha visto cómo la Fiscalía Anticorrupción pide 11 años de prisión para Milagrosa Martínez, exconsejera de Turismo y persona muy cercana a Francisco Camps. Cospedal insiste en que Camps ya dimitió, pero tanto Martínez como otros implicados siguen siendo diputados valencianos. Mientras, avanza el caso de financiación ilegal del PP valenciano. Alberto Fabra, sucesor de Camps, está haciendo las cosas al estilo Rajoy: poco a poco va eliminando de la primera fila a los fieles a Camps, pero tan poco a poco que casi todos ellos siguen siendo diputados, tanto que el grupo del PP en el Parlamento valenciano tiene hasta 10 imputados.

Muchos esperan algún cambio, pero otros en el PP recuerdan que Rajoy ya ha sufrido en el pasado momentos como este y mucho peores, y siempre ha optado por la misma salida: esperar a que escampe.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_