El promotor de la fiesta del Madrid Arena, libre tras pagar 200.000 euros
Miguel Ángel Flores deberá acudir cada 15 días a firmar al juzgado
A las 17.42 y escoltado por dos guardias civiles y su abogado. Así salió el promotor de la fiesta de Halloween en el Madrid Arena y dueño de la empresa Diviertt, Miguel Ángel Flores, este viernes de los juzgados de la plaza de Castilla, en Madrid. Antes había depositado una fianza de 200.000 euros, la que le había impuesto el titular del juzgado de instrucción número 51, Eduardo López Palop. De esa manera ponía fin a su detención, que duró algo más de 24 horas.
Miguel Ángel Flores fue detenido a primera hora de la tarde del jueves por agentes del Grupo V de Homicidios. Cumplían una orden del juez López Palop, que se había reunido por la mañana con abogados de las familias de las cinco jóvenes fallecidas en el Madrid Arena por aplastamiento. El empresario entró en los juzgados pasadas las nueve de la mañana, de este viernes, tras ser conducido desde el Registro Central de Detenidos, con sede en Moratalaz. La vistilla prevista por el magistrado se retrasó cerca de hora y media, ya que la fiscal del caso estaba indispuesta y fue preciso hallar a otro fiscal que la sustituyera.
Según explicaron los letrados a la salida, la declaración duró unas cuatro horas, ya que Flores respondió a las preguntas del juez, del fiscal sustituto y de los 10 abogados de las diversas partes. Según esta versión, el empresario se mantuvo en su declaración inicial, tanto la que ofreció en un primer instante como testigo ante los agentes de Homicidios, como la de imputado ya en el juzgado número 51.
Según Flores, la responsabilidad de las cinco muertes corresponde al Ayuntamiento de Madrid, a la empresa pública Madrid Espacios y Congresos (Madridec) y a la compañía contratada por esta para la seguridad, Seguriber. “Durante todo el interrogatorio se ha exonerado de toda la responsabilidad. Ha echado balones fuera, pese a que ha hecho una declaración plagada de contradicciones”, remarcó Abdón Núñez, uno de los letrados de las familias.
Uno de los puntos que causaron más controversia durante la declaración fue un vídeo difundido por El Mundo, en el que supuestamente se ve al empresario delante de las ocho urnas que contenían las entradas. Él siempre negó que supiera nada del destino de los tiques. Los ocho recipientes cerrados fueron hallados 16 días después de la tragedia, ocurrida la madrugada del 1 de noviembre, en el edificio satélite, anexo al Madrid Arena.
Flores mantuvo este viernes que él nunca había visto esas urnas y que su contenido había sido manipulado. Afirmó que alguien había introducido más entradas, lo que habría permitido llegar hasta el número final que recontaron el juez, la policía y las partes a finales de noviembre. Este arrojó la cifra total de 16.791 tiques, lo que suponía un 58% más del aforo máximo de 10.600 del pabellón municipal. “Ha llegado a decir que incluso en las que estaban cerradas por un candado metieron más tiques por las rendijas”, destacó la abogada Virginia López Negrete.
Para liar aún más la cuestión, Flores dijo que aún faltaban al menos otras ocho urnas, que presuntamente se llevó él. Lo que no aclaró, según los letrados, es qué contenían y dónde se encuentran en la actualidad.
También acusó a la empresa Seguriber de ser la responsable de permitir un botellón en el que participaron más de 3.000 jóvenes, los que supuestamente se colaron cuando estaba actuando el dj Steve Aoki.
Flores tampoco sabía a qué hora llegó el médico responsable de la enfermería, el exconcejal del Ayuntamiento de Madrid Simón Viñals. Aseguró, según la versión de los letrados, que de esos trámites se encarga su secretaria.
Tras concluir el interrogatorio, el fiscal sustituto solo pidió que se mantuvieran las medidas cautelares que había contra Flores: firmar los días 8 y 22 en el juzgado y entregar el pasaporte para evitar que pudiera marcharse de España. El empresario mantuvo que solo tenía un pasaporte, pese a que algunas fuentes apuntaban a que disponía de dos, por tener doble nacionalidad.
Las acusaciones fueron mucho más beligerantes. Pidieron al magistrado que el dueño de Diviertt ingresara en prisión provisional comunicada y sin fianza debido a que existe riesgo de fuga, además de la posibilidad de que destruya o altere algunas pruebas de la tragedia en el Madrid Arena. El magistrado López Palop decretó pasadas las tres de la tarde de este viernes el ingreso en prisión, eludible con el pago de 200.000 euros de fianza.
Los abogados de las familias se mostraron indignados por la decisión del magistrado. “Al juez le ha quedado muy claro que hay una posibilidad de evasión de la justicia y que Flores se puede marchar en cualquier momento”, criticó Felipe Moreno, otro de los abogados de las familias de las víctimas.
“Nervioso y conforme al guion”
Miguel Ángel Flores salió como pocas veces lo hacen los detenidos puestos en libertad en los juzgados de la plaza de Castilla: escoltado por dos guardias civiles para protegerle de las cámaras de televisión y de los fotógrafos. Flores, cubierto con una cazadora de cuero oscura y con una bolsa de deportes blanca con ropa en la mano, tenía el gesto serio y no pronunció ninguna palabra, pese a que le acercaron los micrófonos y le llovieron las preguntas.
Los guardias civiles le abrieron paso y Flores se montó en un BMW negro conducido por su hermano, que le esperaba justo en el carril bus, junto al lado de la valla protectora de la acera. La lluvia de destellos de los flashes no le inmutó. Continuó con el rostro serio y sin despistarse de su objetivo: llegar al turismo.
Así de serio estuvo durante toda la declaración, según explicaron los abogados al final de la vistilla. El dueño de Diviertt se mostró “nervioso”, pero eso no le impidió defender la versión que mantiene desde el inicio del caso. “Tiene un guión y se ciñe a él desde la primera hasta la última pregunta de las diferentes partes”, señalaron los letrados de las familias de las víctimas. “Sabe cuál es su papel y sabe cómo utilizarlo para defenderse”, añadieron.
El juez también adoptó medidas para evitar que los letrados grabaran el interrogatorio de Flores. Les obligó a que dejaran sus teléfonos móviles, las tabletas y los ordenadores portátiles a la entrada de la sala de vista.
Algunas partes señalaron que, conforme avanzaba el interrogatorio, iba deshaciéndose la tesis de que Flores podría huir. De hecho, el fiscal mantuvo la petición de su colega y no pidió la prisión provisional. “Lo que ha quedado claro es que este señor tiene negocios en muchos países de América, como Panamá o Ecuador, y que vive de organizar grandes eventos como el del Madrid Arena. Si se marchara de España, no tendría problemas para ganarse la vida. Por eso era necesario que se decretara la prisión preventiva, para evitar que se fugara de España”, describió el abogado Abdón Núñez.
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