Barceló ayuda a los multados por manifestarse contra el PP en una fiestas
Dona una obra de 35.000 euros para afrontar sanciones de 5.000 euros
Un barceló para una causa colectiva, con contenido solidario y de respuesta política. Una obra de Miquel Barceló sobre papel (Bitxos crucificats pel Coso), valorada en 35.000 euros, es la estrella más que simbólica de la subasta de piezas de 40 artistas que se celebra este sábado en el Auditorio de Porreres, en Mallorca.
Barceló y el amplio grupo de artistas quieren ayudar a hacer caja para afrontar las duras sanciones personales a unos jóvenes por su participación en supuestos incidentes con autoridades, en una concentración popular en una celebración festiva de Felanitx.
Los organizadores de la subasta pretenden recaudar fondos para pagar 11 posibles multas en trámite, de 5.000 euros, y sufragar la defensa jurídica de los encausados de El Coso (una peña popular) en una protesta contra autoridades del PP en las fiestas de Felanitx en 2011.
En la subasta se quiere sintetizar, además, una acción de respuesta contra las represalias de la autoridad a los movimientos callejeros discrepantes. “Es una persecución orquestada por el Ayuntamiento del PP por motivos ideológicos”, reseñan desde el comité promotor.
Interior ha multado a otra decena de participantes en algunos de los muchos actos de protesta y rechazo callejero a las políticas de recortes y de minusvaloración de la lengua catalana que aplica en Baleares el Gobierno balear de José Ramón Bauzá. El presidente Bauzá ha denunciado que sus escoltas y otros dirigentes del PP han sido víctimas de “violencia”, con lanzamientos de objetos.
En el asunto de El Coso, Miquel Barceló y el resto de artistas (Rafel Joan, Ferran Aguiló, Jaume Canet entre otros) se posicionan en apoyo de las 12 personas de Felanitx, entre ellas un menor, que han de hacer frente a las posibles multas del Ministerio del Interior, que suman hasta 55.150 euros.
Los implicados están acusados de protagonizar supuestos desórdenes y faltas de respeto a la autoridad local e insular, del PP, en agosto de 2011. Los denunciados tienen además pendiente una causa penal en la que el juez instructor ha rebajado de delito a presunta falta los hechos.
Entre un jolgorio habitual y los gritos de protesta, en las fiestas de verano de Felanitx, los distintos cargos públicos autonómicos y locales —de diferente color político a lo largo de los años— suelen ser festejados, interpelados, zarandeados y, a veces, blanco de lanzamientos de líquidos. Es un momento habitual de bulla, ante la iglesia de san Agustín, a la salida de misa.
En 2011, la policía local consideró que la situación iba más allá de lo habitual, se vio desbordada y lanzó gases lacrimógenos con spray contra la masa. Treinta personas fueron atendidas. La policía abrió un atestado que fue la base de la apertura del expediente de sanción administrativa.
La presidenta de Mallorca, Maria Salom; la exalcaldesa de Felanitx, Catalina Soler, y el consejero de Agricultura, Biel Company, declararon ante el juez que sintieron miedo por su integridad, con momentos de violencia.
El abogado de los denunciados, Josep de Lluís, declaró que “las multas administrativas, al amparo de la ley Corcuera de Seguridad Ciudadana, deben ser archivadas. Los hechos no son graves según observó el juez”.
La operación colectiva de recogida de fondos y resistencia deberá celebrarse en el pueblo vecino —de otro color político y con local adecuado— porque en Felanitx, el Ayuntamiento no halló un lugar adecuado para el evento.
El compromiso de un triunfador
Miquel Barceló (Felanitx, 1957) nunca ha dejado de mostrar su adhesión a movimientos civiles críticos, de defensa del territorio, y la cultura. En los últimos meses ha expresado, a veces, su opinión de censura directa a la acción del PP desde el poder en Baleares por la negación de la política de normalización lingüística y de liberalización de urbanizaciones y hoteles en el litoral.
Barceló es un ecologista: en los 70 fue el último libertario y proteccionista que resistió en la ocupación de la isla de Sa Dragonera para que no fuera urbanizada. El ya célebre artista —uno de sus cuadros en 2011 se subastó por 4,4 millones— ha realizado grabados para sufragar la acción de los ecologistas del GOB y carteles en defensa de territorios amenazados, como Portocolom perill de mort o Sa Canova contra Ravenna.
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