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La Plataforma de Afectados por la Hipoteca evita un suicidio en La Rioja

Los activistas de Barcelona avisaron a la Guardia Civil tras recibir un correo

Clara Blanchar
Juana Madrid López, residente en Madrid, consiguió ayer que la comisión judicial paralizase el desahucio que le amenazaba.
Juana Madrid López, residente en Madrid, consiguió ayer que la comisión judicial paralizase el desahucio que le amenazaba.SERGIO PÉREZ (REUTERS)

“Hola me llamo XX mi DNI es XX y me voy a suicidar ya que es posible que me dejen sin casa”. El mensaje electrónico era de las 8.49 del pasado miércoles día 12 e iba dirigido al correo general de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Lo leyó minutos después Ada Colau, la portavoz de la plataforma en Barcelona, desde el ordenador de su casa.

Como la PAH se fundó en la capital catalana, son sus activistas quienes gestionan el correo tanto de la plataforma barcelonesa como la nacional. El autor del mensaje también pedía que difundieran el correo electrónico por la Red, “para concienciar a la sociedad de que deben luchar”, escribía.

Colau respondió inmediatamente a su interlocutor que no estaba solo, le preguntó dónde vivía, le pidió un teléfono para llamarle y le aseguró que “con el apoyo de la gente se puede parar el desahucio”. Pero pasaron un minuto, dos, tres… y no hubo respuesta. Se puso en contacto con otros activistas. ¿Qué hacemos? Solo tenían el nombre y el DNI. También se plantearon el dilema de quién son ellos para interferir en la voluntad de un suicida.

“Pero vimos claro que si nos daba sus datos era porque se estaba aferrando a algo”, cuenta Colau. Y llamaron al 112. Les contaron lo que sucedía y les proporcionaron el nombre y el DNI. Previamente, habían mirado en Google: el número correspondía a alguien de La Rioja.

La angustia les duró un día y medio. El jueves por la tarde recibieron un nuevo correo de la misma persona. Les contaba que alguien avisó a emergencias y que la Guardia Civil se presentó en su casa y lo llevó al hospital. “Por desgracia el suicidio salió frustrado”, explicaba en ese correo. Le tuvieron que hacer un lavado de estómago y cuenta que un psiquiatra le dio una medicación. “No sé si he mejorado o volveré a hacer una locura”, advertía, y añadía: “Lo que está claro es que llevo tres meses sin poder pagar y me quitarán la vivienda con una deuda que me marcará a mí y a mi familia”.

En las asambleas o en las acciones para detener desahucios, la gente de la PAH está acostumbrada a toparse con afectados angustiadísimos que expresan que les pasa por la cabeza quitarse la vida, o con otros que llevan varios intentos de suicidio. Pero nunca habían vivido un caso así.

“Afortunadamente, la solidaridad y ayuda entre los afectados da confianza y ánimo a las personas que sufren el drama para revertir una situación a la que no ven salida y luchar. El problema es la gente que no llega a contactar con las PAH”, explica Colau.

Desde el jueves no han sabido nada más del hombre. Le han explicado, siempre por correo electrónico, que fueron ellos quienes llamaron a emergencias. “Entendimos que si nos escribiste, fue porque querías apoyo y buscabas una salida”, le dicen. También le han proporcionado teléfonos y correos electrónicos de la PAH de La Rioja e insisten en que no está solo: “Las distintas plataformas estamos luchando en todo el Estado y estamos logrando negociar con los bancos, parar centenares de desahucios y estamos presionando al Estado para que cambie esta ley tan injusta”.

Además, la PAH le intenta tranquilizar porque considera que su caso puede ser fácil porque está al principio del proceso, él mismo explica que solo lleva tres meses sin pagar. Él se había despedido: “Un saludo de antemano y gracias por vuestra labor”.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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