Díaz Ferrán debe 413 millones con un patrimonio de apenas 5,6 millones
Las principales cajas intervenidas, como Bankia, la CAM o Novacaixa Galicia, ocupan los primeros puestos entre los acreedores del expresidente de la patronal
El último informe de la administración concursal sobre la situación financiera de Gerardo Díaz Ferrán, incluido en el sumario abierto en la Audiencia Nacional por alzamiento de bienes contra el expresidente de la patronal CEOE, señala que el déficit patrimonial del empresario, que ingresó ayer en la cárcel por decisión del juez Eloy Velasco, alcanza los 413 millones de euros, ya que debe 419 millones a 19 entidades bancarias y 28 empresas (la mayoría de servicios) y tan solo posee un patrimonio de 5,6 millones de euros repartido en ocho propiedades inmobiliarias.
Entre los diez primeros acreedores por volumen de deuda figuran algunas de las principales cajas y bancos intervenidos por el Gobierno y salvados con ingentes cantidades de dinero público para evitar su quiebra. Díaz Ferrán adeuda 41,7 millones de euros a Novacaixa Galicia (segundo acreedor entre los 47 que ha señalado la administración concursal); 32,6 millones de euros a Cajamadrid (del grupo Bankia), 10,8 millones de euros a Caja de Ahorros del Meditérraneo y siete millones de euros a Bancaja. Además, el exjefe de la patronal debe 85 millones al Banco Español de Crédito, el primero en la lista de acreedores.
Grupos hoteleros como AC, ACCOR, H21, o NH y agencias de viajes también nutren la relación de acreedores de Díaz Ferrán.
Gerardo Díaz Ferrán tenía seis fuentes de ingresos distintas hasta 2010, según el informe de la administración concursal. Sus declaraciones a Hacienda detallan ingresos brutos de 218.000 euros (145.000 netos) en 2009 procedentes de su sociedad patrimonial Grudisan (96.000 euros), de la Corporación Financiera de Caja Madrid (48.000), Cajamadrid (33.750), Autobuses Urbanos SA (20.636); Seguros Mercurio (9.231) y una gasolinera (11.232).
En junio de 2010, Díaz Ferrán, acosado por las deudas, vendió su patrimonio personal y su grupo empresarial, al experto en liquidación de sociedades Ángel de Cabo por 3.060 euros. Dos años y medio después, fue encarcelado por ocultar bienes en colaboración de Cabo para impedir el pago de las deudas a sus acreedores.
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