Un perdón con la oposición del tribunal

El último caso de discordia ha sido el de los cuatro mossos d’Esquadra condenados por torturas infligidas a un ciudadano rumano, que han recibido dos indultos del Gobierno. Ambos fueron concedidos a pesar de los informes desfavorables del tribunal sentenciador. Según el Ministerio de Justicia, se trata de algo infrecuente: afirman que el 96% de los indultos concedidos este año contaban con el visto bueno del juez o del fiscal del caso.

El Gobierno los indultó en febrero y rebajó la pena a dos años de prisión (lo que generalmente y cuando no hay antecedentes supone que el reo no ingresa en prisión). La Audiencia de Barcelona, disgustada con la decisión, decidió que irían a la cárcel. Pero el Ejecutivo decidió que no e indultó una segunda vez, en noviembre, esta vez eliminando la posibilidad de prisión.

Los jueces consideran que se ha burlado a la justicia. El ministerio, que había dudas razonables sobre la condena. La víctima de las torturas avaló por escrito ante la Audiencia de Barcelona la solicitud del indulto de los mossos, algo insólito en un caso de torturas. Este fue, según Justicia, uno de los motivos principales para conceder el indulto en un caso en el que la prueba de cargo había sido la testifical. El fiscal y los jueces, sin embargo, lo tienen claro: no hay duda de la culpabilidad de los mossos; y el Gobierno se ha arrogado una competencia que no tiene: la de revisar condenas.