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Baleares sube todos los impuestos y crea otros para turistas y residentes

El PP admite que sube la presión fiscal “en contra” de su propia ideología Los presupuestos de Bauzá se reducen un 2,74% sobre los de 2012 El Ejecutivo vende la subida de tasas como una “reforma fiscal verde”

Aguiló junto al presidente Bauzá (derecha).
Aguiló junto al presidente Bauzá (derecha).EFE

Los residentes y los turistas de Baleares tendrán que pagar más impuestos —unos nuevos, otros recuperados y otros que suben— pero los presupuestos del Gobierno del popular José Ramón Bauzá se recortan. El aumento de la presión fiscal fue anunciada este viernes bajo la denominación de “reforma fiscal verde” por el vicepresidente económico del Ejecutivo insular, José Ignasi Aguiló, quien aseguró que el incremento supondrá un aumento de la recaudación de 135 millones de euros. Sin embargo, el presupuesto para 2013 se reduce: se queda en 3.574 millones, lo que representa un descenso del 2,74 % respecto a 2012.

Aguiló lamentó su inevitable política de nuevas cargas fiscales porque, dijo, es “contraria a la ideología del PP”, y aseguró que se pretende que los nuevos impuestos “tengan el mínimo impacto sobre la ciudadanía”.

El Gobierno de Baleares recupera el impuesto de Patrimonio, inicialmente para dos ejercicios. La imposición será de entre el 0,2% y el 0,5% e incidirá en aquellos contribuyentes que tengan más de un millón de euros en bienes. El Ejecutivo pretende recaudar con ello 24,8 millones. Además, se incrementan los impuestos de transmisiones y de actos jurídicos documentados —sobre compraventas y traspaso de propiedades—, lo que supondrá ingresar cerca de 40 millones más, según los cálculos de Aguiló.

La reforma del canon de consumo y saneamiento de aguas —horizontal para toda la ciudadanía— se traduce en un plus de ingresos de 12 millones. El objetivo pretendido es limitar el consumo doméstico y sancionar los excesos, dijo Aguiló.

Los impuestos nuevos son los que tienen más cariz verde. Como novedad se impone el impuesto sobre envases de plástico de bebidas (no retornables) con el que se recaudarán 35 millones, aunque dependerá del siempre variable consumo, con un gravamen de entre 5 y 8 céntimos por recipiente.

En una comunidad de 1,1 millones de habitantes y más de once millones de turistas anuales se implanta un tributo para turistas: sobre el uso de automóviles de alquiler que abonarán directamente los clientes, “en función de las emisiones contaminantes de los vehículos”. Con esta tasa se esperan ingresar 15 millones.

Aguiló detalló la imposición de otro impuesto contra el “daño ambiental”, que se impondrá a las grandes superficies comerciales. La recaudación estimada es de 8,5 millones. Para evitar posibles impugnaciones el Gobierno describe el nuevo tributo de grandes comercios como una sanción por el impacto territorial del negocio y por la contaminación que generan los consumidores al usar el coche al acudir a la compra. Los ingresos de esa partida se destinarán a un “fondo de desarrollo del pequeño comercio”. La primera manifestación de empresarios contra un Gobierno del PP en Baleares fue la que desarrollaron el mes pasado unos 300 comerciantes de Mallorca.

En las cuentas generales que el PP aprobará sin problema, al contar con mayoría absoluta, las inversiones se reducen un 12,9%, mientras que la deuda pública asciende a 802 millones (la deuda viva global es de 4.600 millones). El 80% de las partidas las consumen Educación y Sanidad. El déficit no financiero neto se eleva a 188 millones de euros, con lo que se espera ajustarse al objetivo de déficit público del 0,7 % del PIB. El presupuesto de Educación baja el 3,1 % y en Salud y Bienestar el 3,3 %.

En 2013, la economía de Baleares crecerá, según el Gobierno regional, el 0,3%, en circunstancias “claramente distintas” al resto de comunidades. El Gobierno no concretó los presupuestos de la televisión autonómica Ib3 ni de la empresa pública de servicios sanitarios IBSalud.

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