La fiscalía eleva a 4.442 millones la reclamación de daños económicos
La marea negra del 'Prestige' tiñó de fuel 1.600 kilómetros de costa, desde la desembocadura del Miño, entre Galicia y Portugal, hasta el litoral atlántico francés
La fiscalía eleva a 4.442 millones de euros el coste total y definitivo de “la tragedia” causada por el Prestige. En un informe aportado ayer en el macrojuicio por la catástrofe, resultado de “uno de los más completos estudios mundiales de evaluación de daños ambientales”, el ministerio público cuantifica que “solo” para el Estado español —que asume también la representación de Francia como acusación en el proceso— le corresponden 4.328 millones por las pérdidas e indemnizaciones provocadas por la gigantesca marea negra de 2002 que tiñó de fuel 1.600 kilómetros de costa, desde la desembocadura del Miño, entre Galicia y Portugal, hasta el litoral atlántico francés.
El fiscal carga todas las culpas del desastre al capitán y otros dos mandos del viejo petrolero, y se opone a la imputación del exdirector de Marina Mercante. Y considera como responsables civiles directos, o sea los encargados de pagar si hay condena esa millonaria indemnización, a la mutua británica del Prestige (The London Steam Ship Owners) y al Fondo Internacional de indemnización de daños debidos a la contaminación por hidrocarburos (Fidac), a pesar de que este último ya efectuó los pagos a los afectados directos de la marea negra.
Como responsables civiles subsidarios figuran el dueño liberiano del Prestige (Mare Shipping) y su armador griego (Universe Maritime). Y también, en caso de ser condenado el único representante de la Administración en el banquillo de los acusados, el Estado español, que es a la vez perjudicado y posible responsable de la catástrofe en este macrojuicio. De la cuantía reclamada por el fiscal para España, le corresponde la mayor parte a Galicia (2.433 millones de euros).
Las cifras que rodean la catástrofe del Prestige son astronómicas en todos los ámbitos. De hecho, antes de abrirse ayer el macrojuicio, la mutua británica del petrolero tuvo que depositar en el juzgado una fianza de 22,77 millones de euros. Pero el Estado español no puede recibir ni un céntimo de ese fondo.
La sorprendentemente elevada cuantificación del desastre ecológico que presentó ayer el fiscal es fruto del exhaustivo estudio de una experta de la Universidad de Santiago. Pero 10 años después, la naturaleza y las costosísimas tareas de limpieza, incluido el vaciado del pecio que yace a 3.600 metros de profundidad a 246 kilómetros de Fisterra, se han encargado de borrar todo impacto del fuel en las costas.
Y también desapareció el rastro de toda contaminación en el ADN de los miles de voluntarios que se lanzaron a limpiar las sucesivas mareas negras que durante tres meses golpearon el litoral gallego. Carecían de adecuadas medidas protectoras, sobre todo en las primeras semanas de la catástrofe, y la exposición prolongada a las miles de toneladas de fuel viscoso y contaminante que vertió el Prestige incrementaban la posibilidad de sufrir un cáncer, según el exhaustivo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela. Estos demostraron que el contacto con el crudo del viejo petrolero causó daños genéticos en los voluntarios que estuvieron más en contacto con la marea negra. La exposición al fuel por vía inhalatoria, algo que padecieron miles de voluntarios que ni siquiera tenían mascarillas durante las semanas que estuvieron recogiendo con las manos el chapapote, fue la más dañina, según los investigadores.
Pero esa afección desaparece del ADN de los afectados transcurridos seis años, según las conclusiones de ese estudio, que será publicado en los próximos meses.
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