La delegación del PSOE quiere presentar en Bruselas una “salida social a la crisis”

Un día después de conocerse las líneas generales del nuevo presupuesto para el 2013, la delegación del PSOE encabezada por el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, aterriza en Bruselas con la vista puesta en el IX Congreso del Partido Socialista Europeo (PSE), que se celebra hoy y mañana en la capital belga.

El líder de los socialistas españoles llega acompañado por un equipo de 27 personas, entre los que se hallan parlamentarios, eurodiputados y miembros de la Comisión Ejecutiva Federal. Elena Valenciano, vicesecretaria general del partido, también ha acudido a la cita. Su presencia en el Congreso puede significar su nombramiento como nueva vicepresidenta del grupo socialista europeo, que seguirá presidido por el búlgaro Serguei Stanishev, único candidato para dirigir la coalición socialdemócrata de cara a las elecciones europeas del 2014.

Con la seguridad de conocer de antemano parte de los nombres de la nueva dirección general del PSE, las delegaciones se centrarán en tratar los asuntos de mayor urgencia para una Unión Europea desorientada y aturdida. Hoy por la noche, en la cena de trabajo, pondrán sobre la mesa la agenda socialista para los próximos años.

En el plenario del Congreso de mañana, también discutirán sobre la política de crecimiento, de la que quieren hacer bandera frente al dogma de la austeridad que gobierna en la UE. El último, y por cercano, más doloroso ejemplo de esa realidad ha sido la aprobación ayer del presupuesto español para el próximo año. El más austero de la historia de la democracia en nuestro país. Según apuntan sus miembros, el partido tiene una serie de propuestas para diseñar un nuevo modelo de crecimiento que proporcione una “salida social a la crisis”. Aunque dichas medidas todavía no han sido perfiladas, los socialistas aseguran que ya tienen previsto un plan que incluye un “calendario de consolidación fiscal más adecuado” en referencia al duro impacto que a corto plazo están teniendo las reformas del Gobierno.

La agrupación mantendrá su posición sobre la Unión Económica y Monetaria, exigiendo como requisito fundamental para su logro, una mayor unión política entre los Estados miembros. Al respecto, consideran fundamental reforzar los presupuestos destinados a las instituciones comunitarias y acoger los eurobonos para garantizar la supervivencia del euro.