Mas se prepara para las elecciones tras la negativa de Rajoy al pacto fiscal
El presidente catalán asegura que la reunión "no ha ido bien" y que Rajoy le ha dicho que “no hay margen para negociar”
El guión estaba ya escrito y al final no ha habido la menor sorpresa. El pacto fiscal que perseguía el Gobierno catalán ha entrado en vía muerta y la gran duda es cuándo el presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunciará la convocatoria de elecciones anticipadas. Tras una reunión de dos horas en la Moncloa con el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, Mas ha lamentado el fracaso de la cita. “No ha ido bien. Me hubiera gustado que hubiera margen o luz abierta, pero me ha dicho que el pacto fiscal no tiene ningún recorrido ni por parte del Gobierno ni tampoco por parte de los grandes partidos estatales”, ha dicho con claridad el presidente del Ejecutivo catalán en su valoración en la Delegación de la Generalitat en Madrid. “Por tanto, no nos podemos ir dando más cabezazos contra la pared. Me he encontrado con un dique. Hemos perdido una ocasión histórica para mejorar las relaciones entre Cataluña y España”, ha subrayado. Rajoy se ha mantenido firme a su no al pacto fiscal, el entender que es "contrario a la Constitución"
En medio de una enorme expectación, Mas ha insistido en que su voluntad era la de pactar hasta el punto que se hubiera “apuntado” a él si Rajoy hubiera dejado una puerta abierta. Pero solo le ofreció revisar la mejora del sistema de financiación para las comunidades del régimen común previsto para 2013. Con gesto grave, el presidente de la Generalitat ha expresado que se sentía “triste” y “decepcionado” y ha recalcado que Cataluña no puede aceptar el futuro “gris” que se propone cuando puede ser “más luminoso y brillante”. “Cataluña no puede renunciar a su futuro. Si fuese así, sería una inmolación e incluso una traición”, ha advertido.
Los escenarios que se abren a partir de ahora son una incógnita pero todo indica que Cataluña se verá abocada a unas elecciones anticipadas el 25 de noviembre o el 2 de diciembre próximos. Artur Mas se ha negado en redondo a detallar cuál será su hoja de ruta y ha afirmado que prefiere esperar por razones democráticas al debate de política general que se celebrará la semana próxima en el Parlamento catalán. La duda es si será en ese momento cuando anuncie el avance electoral que obligará a resituar ideológicamente a todas las fuerzas políticas, incluida la suya. “Tenemos que hacer todos un debate serio, reflexivo y constructivo. Y yo tengo que aportar soluciones”, se ha limitado a señalar.
Tras definir el encuentro de “cordial” –“He dicho varias veces que es imposible pelearse con Rajoy”- Mas ha utilizado un tono pedagógico como el que empleó hace una semana en el hotel Ritz en Madrid sin citar esta vez la palabra Estado y mucho menos la de independencia. Según su opinión, la actual Constitución no responde a los anhelos de libertad del pueblo de Cataluña y se ha referido a la sentencia del Tribunal Constitucional que dejó el Estatuto “cepillado y vilipendiado”.
Mas ha dicho que en la reunión apenas se ha abordado la carta del Rey en la que advirtió contra las quimeras soberanistas, pero sí ha contestado al monarca: “Lo que es una quimera es que Cataluña siga como está. No puede seguir subyugada e inerte”. “¿Qué hacemos con el millón y medio de personas que salieron a la calle? ¿Nos olvidamos de esa realidad? No nos podemos sumergir como si no existiéramos”.
El actual marco constitucional no es, a su juicio, un problema para la aspiración de Cataluña a tener instrumentos de Estado. Ni tampoco los probables problemas que podría tener Cataluña en el supuesto de querer ingresar en la Unión Europea. “No hay ningún marco legal que pueda aniquilar la voluntad de ser de un pueblo”, ha avisado. “El Reino Unido permitiendo un referéndum en Escocia ha dado una mayúscula de democracia”. Y ha acabado enviando un mensaje a los grandes empresarios, reticentes con la vía soberanista emprendida por Cataluña: “Me dijeron que agotara la vía del pacto fiscal y lo he hecho”.
Rajoy, según la nota hecha pública por Moncloa al final del encuentro, ha mostrado ante Mas su oposición "a un concierto económico para Cataluña" (similar al que tiene el País Vasco) al entender que dicha fórmula de pacto fiscal no es "compatible con la Constitución Española, que todos los gobernantes están obligados a cumplir y a hacer cumplir". El presidente le ha recordado al dirigente catalán "que muchos ciudadanos de Cataluña y sus representantes políticos", al margen de quienes se manifestaron en las calles de Barcelona el pasado 11 de septiembre, están de acuerdo en que "dentro de la Constitución hay mejores modelos de financiación para salir de las crisis, financiar los servicios públicos y garantizar la cohesión social".
Además, el presidente del Gobierno central -que ha telefoneado al acabar el encuentro a Alfredo Pérez Rubalcaba, máximo dirigente del PSOE- le ha advertido a Mas que "la inestabilidad que suscitan determinadas iniciativas políticas" -en referencia a las reclamaciones independentistas y a la propia posición de Mas de avanzar hacia un Estado catalán- "es un factor muy negativo a la hora de recuperar la confianza que exige la salida de la crisis".
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