Los nacionalistas ayudan al Gobierno a cumplir las condiciones del rescate
CiU y PNV no rechazan la reforma financiera, pero sí la Ley de Estabilidad El PSOE ha rechazado por primera vez una reforma bancaria y advierte contra nuevos rescates
Mientras el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ponía en un brete político a Mariano Rajoy al pedir un Estado para Cataluña, a muy pocos metros su formación política apoyaba en la tribuna del Congreso al Ejecutivo para sacar adelante la principal condición impuesta por Europa para el rescate financiero. CiU fue el único grupo parlamentario que apoyó ayer al Gobierno para aprobar su tercera reforma del sistema financiero, impuesta en el memorándum del rescate. Los nacionalistas tensan la cuerda con el Gobierno en Cataluña, mientras que en el Congreso, a través del diputado Josep Sánchez Llibre, del sector menos soberanista de CiU, tendieron ayer la mano al PP.
No votó en contra de la reforma tampoco el PNV, cuyo portavoz, Pedro Azpiazu, aseguró que de las cinco reformas anteriores esta es la mejor, a falta de introducir algunos matices durante el trámite parlamentario. Los nacionalistas vascos se abstuvieron, a la espera de la negociación con el Gobierno sobre detalles como el funcionamiento del llamado banco malo, entre otras.
El resto de los grupos, encabezados por el PSOE, se opusieron al decreto en el pleno del Congreso, en la primera ocasión en que el principal partido de la oposición vota en contra de una reforma del sistema financiero, de las cinco que ha habido en los últimos dos años, tres de Mariano Rajoy y dos de José Luis Rodríguez Zapatero.
De hecho, el pleno de ayer fue un continuo choque agrio y duro entre el Gobierno y el PP con los partidos de la izquierda, especialmente con el PSOE. Los socialistas oficializaron la ruptura con el Ejecutivo oponiéndose a todo lo que se votaba ayer en el Congreso: la reforma del sistema financiero, la prórroga del Plan Prepara para los parados de larga duración y la Ley de Estabilidad.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, llamó al PSOE a reconsiderar su rechazo para que se comercialicen más las acciones preferentes para pequeños inversores, para que la Comisión Nacional del Mercado de Valores amplíe su potestad de control y para que limite la retribución de directivos de bancos, entre otras novedades. El ministro afeó al PSOE que no haga como los socialistas alemanes, que apoyaron las condiciones del rescate. En España, ese memorándum nunca ha sido sometido a votación, como le recordó el portavoz del BNG, Francisco Jorquera. El Congreso estaba cerrado en julio cuando ese texto fue votado en Alemania.
Valeriano Gómez, portavoz del PSOE, reprochó al ministro de Economía que “en menos de un año han puesto al borde de la quiebra el sistema financiero y han tenido que pedir un rescate”. El socialista dejó claro que se opondrán a una nueva petición de ayuda a la Unión Europea: “Ustedes terminarán de hundir el país y todo esto terminará en la petición de rescate”.
El ministro adelantó que a finales de septiembre se conocerán los resultados de las necesidades de capital de la banca que publicará la consultora Oliver Wyman, banco a banco. También que aquellas entidades que están intervenidas por el FROB recibirán la ayuda pública en noviembre.
El respaldo de los nacionalistas vascos y catalanes se quebró luego cuando se discutió la Ley de Estabilidad, que permite el rescate de las comunidades y también la posibilidad de que el Estado establezca condiciones a las autonomías que se acojan a ese rescate. Así, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, afirmó en la tribuna que el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) estará operativo a finales de septiembre o, como muy tarde, a principios de octubre, y advirtió de que las regiones que se adhieran a él tendrán que acatar condiciones relativas “a la aplicación de los recursos financieros”, así como el cumplimiento del objetivo de déficit que tengan fijado. No apoyó el decreto ninguno de los partidos que, además del PP, gobiernan en comunidades y tendrán que aplicar la norma.
Este debate facilitó que en la tribuna se escucharan referencias a las peticiones de independencia. Así, el portavoz de ERC, Alfred Bosch, defendió en la tribuna la independencia de Cataluña y advirtió de la llegada de “tiempos revueltos”. Sánchez Llibre (CiU) se opuso a la ley, pero sin referencia alguna a las peticiones de Artur Mas o el pacto fiscal. El resto de los grupos criticaron especialmente que el Gobierno recurra a los decretos para legislar y, además, imponga una tramitación en lectura única de la Ley de Estabilidad.
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