Un millar de subsaharianos acechan Melilla para saltar la valla fronteriza
Una patera con 41 inmigrantes llega por primera vez al Peñón de Alhucemas
La Guardia Civil ha intensificado en las últimas horas la vigilancia en el perímetro fronterizo de Melilla después de que este pasado sábado hasta 450 inmigrantes intentaran entrar en territorio español saltando la valla que separa la ciudad autónoma de Marruecos y 60 lo consiguieran. En torno a un millar de subsaharianos, según la Delegación del Gobierno en Melilla, aguardan en las inmediaciones de la frontera para volver a intentarlo, en una presión migratoria que no se vivía desde la crisis de 2005. Los inmigrantes están utilizando además nuevas vías de entrada a España: por primera vez, varias embarcaciones de sin papeles han llegado al Peñón de Alhucemas y a las islas Chafarinas.
Durante toda la noche de ayer un helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló los alrededores de la frontera como acción disuasoria para evitar nuevos asaltos. La plantilla del instituto armado se ha reforzado además con la llegada el pasado 15 de agosto de 18 agentes procedentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS o antidisturbios), especializados en el control de masas.
La presencia de agentes se ha reforzado después del masivo asalto de inmigrantes que se produjo el sábado a la valla que separa Melilla de Marruecos. Las avalanchas se sucedieron en dos intentos: a las nueve de la noche, un grupo de unas 300 personas intentó el asalto por la zona que discurre por el cauce del río de Oro, y posteriormente, a las cinco de la madrugada, otro centenar y medio volvió a intentarlo. En total, unos 60 subsaharianos consiguieron cruzar la frontera.
Otros 41 inmigrantes han llegado también a territorio español este fin de semana. Lo hicieron a bordo de una lancha de motor que arribó el domingo al Peñón de Alhucemas, a apenas 700 metros de la costa marroquí. La embarcación, en la que viajaban una mujer embarazada y dos menores, quedó a la deriva a unos 50 metros del peñón, que se encuentra a unos 84 kilómetros de Melilla. El islote tiene apenas 170 metros de largo por 86 de ancho y nunca hasta ahora había sido lugar de recepción de embarcaciones con inmigrantes.
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, mostró ayer su preocupación por la oleada migratoria. En una entrevista en la cadena SER, aseguró que lo que está ocurriendo este verano “solo es equiparable a lo que sucedió en 2005”, cuando se contabilizaron 12.000 tentativas de salvar la barrera y varios inmigrantes fallecieron en el intento. El Ejecutivo se vio obligado además a aumentar de tres a seis metros la altura de la valla. El Gobierno considera también un “problema” la nueva táctica de entrada por los islotes.
En lo que llevamos de año, unos 750 sin papeles han entrado en territorio español a través de la ciudad autónoma. En todo 2011, 1.940 inmigrantes saltaron la valla, frente a los 3.500 de 2005, cuando se produjo el mayor asalto hasta la fecha.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla acoge en estos momentos a unas 750 personas, 300 más de su capacidad. El Ejecutivo no le da, sin embargo, mayor importancia, porque recuerda que ha llegado a albergar hasta casi el doble de personas que sus plazas. Según Cruz Roja, muchos de los inmigrantes que atienden en el centro sufren estrés postraumático por las duras condiciones del viaje que emprenden para llegar a España.
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