El fuego afecta al 11% de La Gomera
El 11% de la isla está afectado por el incendio y 750 hectáreas del Parque Nacional de Garajonay Los responsables de emergencias dicen que va a costar “varios días” darlo por estabilizado
La isla de La Gomera continúa viviendo una verdadera pesadilla tras más de diez días de un incendio que, lejos de controlarse, se acrecienta cada minuto ante las altas temperaturas y fuertes rachas de viento, que superan los 40 kilómetros por hora. A pesar de los esfuerzos, ni los equipos terrestres ni los aéreos han conseguido evitar que las llamas sigan devorando terreno sin descanso en el frente que permanece activo en la isla. El fuego, que no está controlado, afecta al 11% de su extensión, más de 4.000 hectáreas, y ha obligado a evacuar a más de 5.000 personas, la cuarta parte de la población, aunque en la noche del lunes el Gobierno canario ha permitido a la mayoría de los vecinos regresar a sus casas, informa Efe. El incendio ha arrasado 750 hectáreas del Parque Nacional de Garajonay, el 25% de su superficie.
En el frente del incendio que permanece activo, al norte, se continúa luchando para detener el avance del fuego que daña a una de las joyas naturales de Canarias, donde se encuentran especies endémicas del periodo Terciario y un frondoso bosque de Laurisilva, único en el Archipiélago. El consejero de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Javier González Ortiz, ha tildado la situación de “desastre ecológico”. En la zona se registraban lenguas de fuego de hasta 15 metros de altura. La buena noticia, según ha asegurado el responsable técnico del servicio de emergencias, Humberto Gutiérrez, es que esta noche se espera una bajada de las temperaturas, y que por primera vez los medios terrestres han podido acceder a la zona de monte, después de varios días sin poder hacerlo. En todo caso, ha indicado, va a costar “varios días” dar el incendio por estabilizado. Para ayudar en las labores de extinción, Marruecos ha puesto a disposición del Gobierno español un hidroavión.
Los casi 2.000 habitantes de la localidad de Valle Gran Rey, al oeste de la isla, tuvieron que ser evacuados de urgencia la madrugada del lunes ante el avance de las llamas. “Hemos vivido un infierno. Veíamos cómo el fuego se nos venía encima y no podíamos hacer nada”, comentaba una vecina, que solo tuvo tiempo para coger a su hijo de cinco meses y abandonar su vivienda. Los evacuados tuvieron que correr para salvar sus vidas hasta el puerto de Las Vueltas, en Valle Gran Rey, donde les esperaban dos buques de Fred Olsen y Naviera Armas, fletados por la Dirección General de Emergencias del Gobierno de Canarias, para ser trasladados a los albergues improvisados en una residencia escolar de Vallehermoso, al norte de la isla, y en el Colegio Ruiz de Padrón, en la capital gomera de San Sebastián.
Los equipos de extinción no han podido hacer nada por contener el fuego que se aproxima a la zona de Guadá, un caserío que antecede al barranco de Valle Gran Rey. Las llamas avanzaron hacia el pueblo debido a lo que los expertos conocen como inversión térmica, que provoca que el fuego se desplace ladera abajo con una velocidad endiablada y sin permitir ningún tipo de control. Mientras los vecinos de Valle Gran Rey partían en barco —las carreteras permanecen cortadas desde hace diez días— observaron con impotencia cómo sus viviendas ardían y explosionaban las bombonas de gas butano. En el puerto de San Sebastián les esperaba un hospital de campaña con un operativo de 40 facultativos. No se registró ningún caso grave. “Esto es una tragedia para todos los gomeros. Nunca habíamos visto nada igual y por eso tenemos un equipo médico y de psicólogos para atender a personas que quizás lo hayan perdido todo”, explicó a EL PAÍS el director del Hospital de Nuestra Señora de Guadalupe, José Manuel Maceda. Con la llegada del alba se comprobó la trágica realidad que dejaron las llamas a su paso: una treintena de viviendas afectadas por el fuego, huertos devastados, animales de granja y compañía calcinados... Incluso el cementerio de la localidad fue pasto del fuego. Posteriormente, se permitió a todos los vecinos regresar a Valle Gran Rey, salvo a los habitantes de las 39 casas alcanzadas por las llamas.
El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo (PSOE), ha pedido al Gobierno que aumente de cinco a ocho o diez los hidroaviones desplazados a la isla. El Gobierno de Canarias se ha quejado también de la tardanza del Ejecutivo en enviar los hidroaviones, que en algunos casos se han demorado hasta 22 horas en llegar a la isla desde su solicitud. El Ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha asegurado en la Cadena SER que las quejas de esta Comunidad Autónoma no tienen en cuenta que los hidroaviones son de hélice, por lo que el vuelo es “muy lento”. “Y si el avión se pide a última hora, no puede volar de noche, por tanto tarda mucho tiempo en llegar. Si se pidiera a primera hora de la mañana tendría todo el día para ir volando”, ha añadido el ministro.
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