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Una empresa innovadora en inteligencia, que acabó arruinada

Interligare "implantó en España sistemas de gestión de información muy novedosos" La compañía llegó a contratar con el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista

José Luis Martín Juárez.
José Luis Martín Juárez.

La empresa Interligare fue constituida en octubre de 2004. Se definía como “una compañía europea de investigación, desarrollo e innovación alrededor de los sistemas de investigación, inteligencia y tratamiento avanzado de información estratégica”. Ofrecía “introducir estructuras de inteligencia en todas las organizaciones humanas”. Acabó arruinada.

El presidente de la empresa era José Luis Martín Juárez y tenía entre sus accionistas a su esposa Jacqueline Tibisay Moro Albacete, quien concurrió como candidata a las elecciones municipales por la lista del PP en Aranjuez. En la calle del Almíbar de esta ciudad de Madrid tenía su sede social Interligare.

“Era una empresa muy innovadora. Implantó en España sistemas de gestión de información muy novedosos. Por ejemplo, tenía licencia para una herramienta informática que permitía rastrear sobre un asunto concreto en millones de páginas de Internet y hacer una traducción instantánea y finalmente un resumen de dos o tres folios con lo más interesante”, explica una persona que trabajó en ella. Todas las fuentes coinciden en esa opinión.

Así fue como en 2006 obtuvo su primer contrato importante: montar un sistema de este tipo para el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA), dependiente del Ministerio del Interior. Hacía poco que habían ocurrido los terribles atentados islamistas del 11 de marzo de 2004, lo que hizo que el Gobierno se diera cuenta de lo poco preparado que estaba el Estado para procesar y recopilar información para luchar contra el terrorismo internacional.

En la época en que el Gobierno adjudicó ese contrato al CNCA, el comisario Luis Luengo no era el director general de Infraestructuras y Material de Seguridad y, por tanto, él no pudo aconsejar que se le diera ese contrato a dicha empresa. El Gobierno le nombró para ese cargo el 6 de julio de 2007. “Yo nunca firmé ningún contrato con esa empresa. Jamás. Lo único que hacía mi departamento, junto con la Intervención Delegada y otros organismos, era elevar una propuesta favorable o desfavorable. Después era el superior jerárquico el que hacía el contrato o no”, asegura Luengo. Actualmente está jubilado, tras cesar en marzo de 2011 al cumplir los 65 años.

“Interligare funcionaba bien, pero luego dejó de tener ingenieros y las cosas empezaron a ir mal. En marzo de 2010 yo le revoqué el contrato que tenía con La Caixa al ver que debía dinero a la Seguridad Social”, afirma Miguel Ángel Fernández Rancaño, que era director de seguridad de esta entidad bancaria tras dejar el cargo de jefe superior de Policía de Madrid. Mientras trabajaba en La Caixa, Rancaño fue consejero de Interligare desde enero de 2009 a febrero de 2010. “Solo asistí a tres reuniones”, afirma.

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