Zapatero insta al BCE a que sea “un banco con todas las consecuencias”

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no suele prodigarse en comentarios sobre la actual situación política y económica. Pero ha roto su silencio desde su lugar habitual de veraneo en Lanzarote, en un encuentro informal con la prensa. Zapatero se ha unido a otras voces que reclaman un papel más activo del Banco Central Europeo (BCE) y lo ha instado a que sea "un banco con todas sus consecuencias". Ha insistido en que sería "muy conveniente y razonable" para la zona euro una mayor intervención del BCE en la actual crisis económica mundial. 

Zapatero ha lanzado un rotundo mensaje: las economías solo mejorarán "si baja la presión sobre las primas y eso solo lo puede hacer el Banco Central Europeo".

El exsecretario general del PSOE no ha querido expresar su opinión sobre asuntos políticos, dada su condición institucional de expresidente. Su tiempo para expresarse, ha explicado, "ya pasó". "Ser expresidente es pasar a respetar a quien está y ayudar a mi país como pueda", ha zanjado. En todo caso, el exjefe del Ejecutivo está escribiendo un libro de reflexiones sobre la crisis y sobre sus vivencias en el Gobierno español que se encuentra bastante avanzado, ha dicho.

Tiempo atrás, tanto el Partido Popular como el PSOE se unieron en la misma reclamación de que el BCE actúe. Fue un día después de que su presidente, Mario Draghi, hubiera sembrado la inquietud con unas declaraciones en las que había puntualizado que el organismo que dirige no está para resolver los problemas financieros de los Estados. En aquel momento, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, conminó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a "fajarse" y "pelear" con el BCE.“Europa somos todos y, o nos salvamos todos, o no se salvará Europa, porque en el euro estamos muchos países”, enfatizó. 

El vicesecretario nacional del Partido Popular, Esteban González Pons, también emitió un mensaje nada ambiguo. Por culpa de la inacción del BCE, sostuvo el popular, Europa corre el peligro de volver a la antigua división entre pobres y ricos.