La delegada del Gobierno prohíbe a los mineros pasar ante La Moncloa
Los manifestantes de la 'marcha negra' han recurrido la decisión de Cristina Cifuentes La columna norte llega a Aravaca y la de Aragón, a Alcobendas Esta noche Víctor Manuel y Aute les ofrecerán un concierto de apoyo
La cuenta atrás ha comenzado. La columna norte de la manifestación de mineros, procedente de Asturias, Palencia y León, ha llegado a primera hora de la tarde a Aravaca, barrio situado en el oeste de Madrid. Los vecinos los han recibido con aplausos y han dispuesto lo necesario para que los caminantes puedan descansar y comer. La otra marcha, que partió de Aragón, también ha alcanzado su destino en el municipio madrileño de Alcobendas, al norte de la capital. Los mineros han recorrido más de 400 kilómetros, han aguantando el calor y el cansancio acumulado para transmitir al ministro de Industria, José Manuel Soria, el malestar por el recorte del 63% de las subvenciones para este año que, según denuncian los manifestantes, provocará el cierre de las minas de carbón en Asturias, León, el norte de Palencia, Aragón y Castilla-La Mancha.
La llamada marcha negra, que desde ayer se encuentra en la Comunidad de Madrid, quiere negociar. Es ya el último esfuerzo de los mineros, que permanecen animados, en gran parte gracias al apoyo de la ciudadanía. Después de su llegada ayer a Villalba, donde 3.000 personas, según los sindicatos, los recibieron con aplausos y gritos de apoyo, la columna norte, compuesta por más de 150 mineros, ha recorrido esta mañana a pie 39 kilómetros hasta Aravaca, a donde han llegado poco antes de las dos de la tarde. Allí, el gaitero asturiano Hevia les ha dado la bienvenida tocando Santa Bárbara bendita. Esta noche, asistirán a una cena y un concierto solidarios. Los actos están organizados por la Asociación Acrola, se celebrarán en la urbanización Rosa de Luxemburgo y contarán con la asistencia de personalidades de la cultura como Pilar Bardem y Guillermo Toledo. Tras la cena, Luis Eduardo Aute y Víctor Manuel ofrecerán un concierto de nueve a doce de la noche.
La otra columna, formada por mineros de Castilla La Mancha, Aragón y Córdoba y que ha pasado la noche en Alcalá de Henares, ha llegado al municipio madrileño de Alcobendas aproximadamente a la una de la tarde tras recorrer más de 30 kilómetros por la R-2. A la entrada de la ciudad, los bomberos han recibido a la columna de mineros con bocinazos y les han refrescado con mangueras de agua para mitigar el calor. Los vecinos y las delegaciones de los sindicatos de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes les han dado la bienvenida con vítores y aplausos a los cerca de 100 mineros, que se anunciaban lanzando petardos. Junto a ellos han marchado por la avenida de España, al grito de “Madrid obrero está con los mineros” y “la lucha es el único camino”. En el trayecto, algunos conductores de vehículos han tocado el claxon en señal de apoyo, los peatones les han aplaudido y miembros de los colectivos que apoyan la marcha han formado un pasillo. Con el puño en alto y cantando canciones populares de la minería, los manifestantes han caminado hasta la plaza Mayor, donde se han congregado unas 400 personas.
Faustino Balaguer, proveniente de Andorra (Teruel), y de 55 años, lo resume así: “En los pueblos grandes nos reciben a bombo y platillo, en los pequeños con el corazón”. Uno de los mineros es Juan Manuel, de 45 años, de Utrilla (Teruel) pero que trabaja en Ariño, donde varios mineros mantienen un encierro de 22 días. Tiene dos hijos, de 20 y de 25 años, que son su orgullo y a los que les ha pagado la educación con la mina, en la que lleva trabajando 17 años. Aunque su padre y sus abuelos fueron mineros, no quiere que sus hijos trabajen en la mina pero reconoce la importancia de esta para la comarca. Rechaza que el sector minero esté muerto y asegura: “Que vayan a las cuencas mineras y que vean como vivimos”. Manel, como le llaman sus amigos, afirma que “el camino ha sido duro” pero se siente muy agradecido por el apoyo y el cariño de la gente. “Nos han dado lo que tienen” explica.
A su llegada a la plaza, se escuchaba por unos altavoces Santa Bárbara bendita, el himno a la patrona de los mineros. Víctor Fernández y Santiago Marzo, representantes del sector minero de UGT y CC OO, han vuelto a pedir que se respeten los acuerdos pactados “para evitar que las comarcas desaparezcan”. Tras el acto, la columna se ha dirigido al pabellón deportivo de los Sueños, donde han podido ducharse y curar sus heridas —en su mayoría ampollas y lesiones por tendinitis—. Allí, Paco, minero de Andorra (Teruel), ha subrayado junto a Ángela, su mujer desde hace 23 años, “que se respete lo que ya está firmado”. El turolense, enfermo de Parkinson, ha lamentado que no se hagan esfuerzos por reindustrializar la zona: “Si cierran las minas no hay nada. Hace unos años montaron una empresa de gres pero, con el fin del boom inmobiliario". Sobre las tres de la tarde, los mineros de la columna norte se han marchado a comer y esta tarde están descansado y disfrutando de una piscina pública de San Sebastián de los Reyes.
Mañana martes en torno a las siete de la tarde se unirán ambos grupos en la capital, en la zona de Ciudad Universitaria, después de más de dos semanas de protesta. Para llegar a este punto, la columna norte deberá modificar su itinerario porque la Delegación del Gobierno les ha denegado el permiso para pasar por la A-6 cerca de La Moncloa. Deberán tomar la M-500. Delegación alega "razones de seguridad vial relacionados con el tráfico entre Aravaca y Ciudad Universitaria" y se basa en un informe de la Guardia Civil, que advierte de la "gran peligrosidad" de ese tramo tanto para conductores como para viandantes. Las mismas fuentes añaden que el cambio de itinerario "no supondrá un aumento en los kilómetros" que deberán recorrer. Los mineros recurrirán la decisión, "a ver si hay suerte". Si no, la acatarán.
Por la noche, habrá una marcha de ambas columnas desde el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid hasta la Puerta del Sol, donde llegarán sobre la una de la madrugada. Al término de la protesta, los mineros volverán a Ciudad Universitaria, donde pasarán la noche en un pabellón cedido por la Universidad Complutense.
El día grande será el miércoles, cuando está previsto que haya una manifestación entre la plaza de Colón y el Ministerio de Industria, prevista para las once de la mañana, que espera reunir, según fuentes sindicales, a 25.000 personas en defensa de las cuencas mineras. Es el mismo día en que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparecerá en el Congreso de los Diputados y tendrá que escuchar en los turnos de réplica a su intervención la petición de los otros grupos parlamentarios de que se mantengan las subvenciones. Madrid ha preparado un dispositivo policial "suficiente y adecuado" para evitar incidentes y garantizar la seguridad ciudadana durante la manifestación, ha declarado la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, quien ha querido destacar la normalidad con la que está transcurriendo el avance de los mineros.
Con información de María Hervás, Maryem Castillo y Sergio Delgado.
Interior no quiere "acabar con la minería", pero tampoco gastar más
El subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Enrique Hernández, ha asegurado hoy en Santander que el Gobierno "no quiere acabar con la industria del carbón", pero ha advertido de que el Ejecutivo no incrementará "ni un céntimo más" las ayudas presupuestas para este año.
Hernández ha hecho estas declaraciones en un seminario organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, donde ha explicado que el Ministerio de Industria "se ha sentado" a negociar con los sindicatos "varias veces". El subsecretario ha rechazado que el Gobierno pretenda "cerrar la minería", a la que ha destinado 656 millones de euros de sus presupuestos para este año, "más que otros sectores como el turismo".
"Queremos apostar por las ayudas, pero para este ejercicio no hay más dinero", ha apuntado Hernández, quien ha defendido que las decisiones tomadas no responden a un "capricho", sino que vienen impuestas por la legislación europea que establece la desaparición de las ayudas públicas al carbón en el año 2018. En este sentido, el subsecretario ha manifestado que a los mineros se les exige un esfuerzo "igual que al resto de los españoles", y ha aseverado que si los sindicatos no se sientan a negociar con el Ministerio el nuevo plan nacional del carbón, será el Gobierno quien tenga que redactarlo en solitario.
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