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Ampollas, sudor y rabia en la carretera

Los 160 mineros que salieron de Asturias y León el pasado 22 de junio llegarán a Madrid el próximo martes

Vídeo: B.Borges, C.Pop, Á.de la Rúa, P.Casado

“¡Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra!”, corean los mineros de la marcha negra, que más que negra es fosforescente. La columna de 160 chalecos reflectantes y cascos de minero que salió hace dos semanas de Asturias y León, avanza a paso rápido y con mucho sudor hacia Madrid por la autovía A6. Delante de ellos, dos ambulancias y una furgoneta con mensajes reivindicativos y un altavoz en el que se escuchaba desde Rihanna hasta el Soy minero de Antonio Molina. La etapa de este viernes terminó en Villacastín (Segovia).Llegaban agotados y con más ampollas en los pies y allí fueron recibidos por el alcalde Jesús Grande, del Partido Popular.

“Les veo llegar y me emociono. Lo hacen porque no les queda más remedio”, dice Juan Fernández, un carpintero jubilado de 77 años que se acercó a dar ánimos a los mineros a su llegada al pueblo. Las muestras de apoyo popular se han repetido en todos los sitios en los que han parado desde que comenzaron la marcha. Caminan hacia la capital, donde tienen previsto llegar el próximo martes, para exigir al Gobierno que mantenga los subsidios al carbón hasta finales de año, como estaba firmado en el plan del carbón de 2006.

Ovidio Blanco Pozo, un minero jubilado de 59 años, llegó a Villacastín con el equipo de organización para esperar a sus dos hijos, que venían caminando. “Toda la familia vive de la minería”, asegura Giovanni, de 24 años, que conduce maquinaria pesada en la mina a cielo abierto de Viloria, en El Bierzo. Nada más llegar tuvo que acudir al servicio médico para que le cambiaran la venda del pie derecho que le aguanta un esguince de tobillo.

En las dos ambulancias que acompañan a la comitiva desde Asturias, cuatro voluntarios atienden cada día lesiones musculares y curan las ampollas. La asistencia médica, las comidas y el alojamiento se van organizando minuto a minuto. Los ingredientes para la caldereta de cordero que comieron este viernes los trajeron desde León la Plataforma de Mujeres de Mineros. Hasta el momento han estado durmiendo en centros sociales y polideportivos cedidos por los Ayuntamientos. Cuando lleguen a Madrid, el próximo martes, la alcaldesa Ana Botella ha advertido de que no piensa cederles ningún espacio público ni permitirles que acampen en el Paseo de la Castellana frente al Ministerio de Industria.

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