La Guardia Civil evita que unos 50 inmigrantes salten la valla de Melilla

Las avalanchas de inmigrantes sobre las vallas fronterizas entre Melilla y Marruecos han vuelto. Y con violencia, según la Guardia Civil. Dos inmigrantes y dos guardias civiles resultaron heridos de carácter leve cuando medio centenar de subsaharianos se abalanzaron sobre la doble alambrada fronteriza para intentar entrar en la ciudad autónoma. Los agentes se vieron forzados a pedir refuerzos, incluso de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía.

Cerca de las cinco de la mañana, el servicio de control del puesto fronterizo situado en el barrio chino de Melilla detectó la presencia de una cincuentena de subsaharianos que intentaban saltar la valla y acceder a territorio español. La actitud "violenta y agresiva", según describe la Guardia Civil, de los asaltantes provocó que se solicitara la colaboración de miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local.

En el intento de pasar la frontera, los subsaharianos, siempre según la versión oficial, lanzaron piedras y otros objetos. Los incidentes se saldaron con cuatro heridos, dos de ellos inmigrantes. Uno sufrió un fuerte golpe en una pierna y otro la rotura de la muñeca, de la que fue atendido por los propios agentes antes de su traslado a un centro hospitalario. También sufrieron daños de carácter leve un suboficial y un guardia civil.

Los últimos incidentes en la frontera de Melilla se habían producido en agosto de 2010. Después de varios días de enfrentamientos, y cinco notas de protesta de Marruecos por los supuestos malos tratos de la policía española a los inmigrantes, Rubalcaba, entonces ministro del Interior, se reunió con el rey Mohamed VI y con su homólogo marroquí. El conflicto se solventó con la creación de varias comisarías conjuntas entre ambos países.