Ruz busca ‘el botín’ holandés de Gürtel ante la inminente libertad de Correa
Pese a ser un país europeo, Holanda lleva tres años dando largas a las peticiones de ayuda que le han formulado los tres jueces instructores del caso
Inquieta entre los investigadores la inminente salida de la cárcel, posiblemente hoy, del cabecilla de la red Gürtel, Francisco Correa, sin que estén totalmente concluidas todas las peticiones de ayudas a los paraísos fiscales en los que existen indicios sólidos de que la trama esconde dinero. Frente al ocultismo de las Antillas Holandesas en estas pesquisas, contrasta la actividad esclarecedora de países como Suiza, Estados Unidos, Marruecos, Portugal, Singapur, Francia (en calidad de protector de Mónaco) y Reino Unido.
Para dejarle en libertad provisional, el juez Pablo Ruz ha desbloqueado una cuenta a nombre de la madre de Correa, en la que hay unos 400.000 euros, y le ha impuesto una fianza de 200.000 (el juez Antonio Pedreira se la fijó inicialmente en 15 millones). Aparte de pagar esos 200.000 euros, Correa quedará obligado a comparecer diariamente en el juzgado de guardia más próximo a su domicilio.
Pero el riesgo de fuga no está conjurado ni cabe descartar la tentación de que Correa trate de repatriar, o esconder aún más, los millones que la policía sospecha que oculta aún en el extranjero. Y máxime cuando no todos los países en los que la justicia rastrea el dinero están colaborando. Por ejemplo, Holanda, que, pese a ser un país europeo, lleva tres años dando largas a las peticiones de ayuda que le han formulado los tres jueces instructores de Gürtel (primero Baltasar Garzón, después Antonio Pedreira y finalmente Ruz).
El pasado 25 de mayo, Ruz, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, ordenó “reiterar a través del Ministerio de Justicia del Reino de España” la petición a Holanda para que “cumplimente la comisión rogatoria” que ya le envió Garzón en febrero de 2009 y luego ratificó Pedreira el 26 de mayo de 2010. Sin éxito, los tres jueces de Gürtel han pedido a Holanda que informe sobre varias cuentas cifradas de supuestas sociedades de la trama residenciadas en las Antillas Holandesas, en concreto en Curaçao, “un territorio puro y duro off shore”, según fuentes de la investigación.
Esta petición se fundamenta en documentación intervenida en el despacho de José Ramón Blanco Balín, exvicepresidente de Repsol y uno de los más de 100 imputados en la red. Fue el diseñador de la estructura de blanqueo de dinero urdida por Correa en el extranjero para blanquear los millones de euros que él y los suyos amasaban con los pelotazos que obtenían mediante sobornos a altos cargos del PP. “Resulta llamativo que un país de la Unión Europea, en una causa por corrupción de otro país europeo, no colabore; y que, por ejemplo, Reino Unido sí haya dado información de la red en su Isla de Man, que también es off shore”, lamentan fuentes de la investigación.
Cuando Correa franquee, posiblemente hoy, las puertas de la prisión de Soto del real (Madrid), verá que la justicia le ha decomisado el enorme patrimonio inmobiliario que amasó en España y que Suiza le tiene bloqueados los 21 millones de euros que ocultaba junto con su lugarteniente Pablo Crespo en ese país.
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