Ares niega la versión del Gobierno de que ETA siga captando nuevos militantes

El consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, ha negado hoy la versión que mantiene el Ministerio del Interior al asegurar que no le consta que ETA esté realizando labores para captar personas, más allá de que mantenga su infraestructura en la clandestinidad. Según Ares, toda la información de que dispone "confirma que ETA ha abandonado todas las actividades terroristas".

Este domingo, el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz situaba a Oroitz Gurruchaga, detenido en Francia, al frente del aparato militar y de captación de ETA. Interior apuntaba que la presencia de este terrorista junto a su lugarteniente en el sur del país podría deberse al establecimiento de citas de captación de nuevos miembros. También el informe anual sobre terrorismo de Europol publicado el pasado 25 de abril alertaba de que la banda terrorista sigue reclutando militantes y recabando información sobre posibles objetivos a pesar del cese definitivo de la violencia decretado el pasado 20 de octubre de 2011.

Además de mostrarse contrario a esa posibilidad de que la organización esté captando nuevos miembros, Ares ha reiterado en declaraciones en los pasillos del Parlamento vasco que las detenciones en Francia son "la constatación" de que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado siguen desarrollando su trabajo y deteniendo a terroristas "siempre que pueden para ponerlos a disposición de la Justicia”.

Momentos antes, en una entrevista concedida a Onda Cero, el consejero vasco había insistido en que, mientras ETA no se disuelva, "la policía sigue haciendo su trabajo" y deteniendo a sus miembros. Asimismo opinó que estos arrestos "no entorpecen para nada" el proceso de reinserción de presos y que "está en sus manos" si deciden "independizarse" de la banda. Ares resaltó que la juventud de los detenidos ayer pone de manifiesto que "se tira de gente muy joven para la estructura de la banda terrorista".

En relación a los colectivos de víctimas, apuntó que "hay que escucharlas" y tener en cuenta "lo que dicen", pero precisó que "la política penitenciaria y antiterrorista la tienen que hacer los gobiernos".

A su entender, que los ciudadanos que abandonaron Euskadi por la amenaza de ETA puedan votar en esta comunidad "tiene muchas dificultades jurídicas y algunos inconvenientes políticos". El Gobierno vasco agoba por que "todos aquellos que tuvieron que marcharse por la presión terrorista puedan acogerse, si así lo desean, a una serie de medidas" que está impulsando "para que puedan regresar a Euskadi, puedan empadronarse en Euskadi y puedan ejercer su voto".