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La Guardia Civil se encara con patrulleras del Peñón que acosaban a tres pesqueros

Se trata del incidente más grave desde que estalló la crisis con los pesqueros Los agentes españoles protegían a un pesquero de las fuerzas del Peñón El incidente derivó en un choque verbal entre las patrulleras, que llegaron a rozarse

Estas son las imágenes de choque entre patrulleras de Gibraltar y la Guardia Civil, con el audio de las conminaciones a los pescadores por parte de los 'llanitos'

Embarcaciones de la policía de Gibraltar impidieron faenar esta noche, pasadas las once, a los pesqueros algecireños La Joaquina, Unión Vázquez Blanco y Cabo Negro, que habían salido a faenar horas antes en las aguas que rodean el Peñón. La lanchas de la policía de Gibraltar y una embarcación de la Royal Navy hostigaron a los botes auxiliares de los pesqueros españoles impidiéndoles hacer su trabajo, lo que acabó derivando en un enfrentamiento directo con las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que se encontraban en la zona.

Los momentos de mayor tensión se produjeron cuando las embarcaciones de las autoridades gibraltareñas llegaron a tocar casco con casco a las de la Guardia Civil, que trataban de dar cobijo a los tres pesqueros algecireños. Al parecer, el enfrentamiento verbal entre los agentes británicos y españoles fue tenso durante el tiempo en que los barcos permanecieron en la zona.

El País

El incidente comenzó cuando los pesqueros sacaron los llamados botes de la luz —pequeños barcas con potentes focos que se encienden mirando a la mar para que suba la pesca— junto a la llamada zona del Almirantazgo, pegados a la bocana del puerto gibraltareño. En ese momento, dos lanchas neumáticas de gran tamaño de la policía gibraltareña salieron del puerto a gran velocidad, mientras una patrullera artillada de la Royal Navy -lleva montada una ametralladora de gran tamaño en popa- se asomaba al abra como apoyo.

Las lanchas, sin llegar a decir a los españoles que no podían calar sus redes allí, comenzaron a pasar junto a los pesqueros a gran velocidad, zarandeando los botes auxiliares e imposibilitando cualquier forma de pesca. El patrón del Cabo Negro comunicó entonces a su armador, Lucas Martínez: “Aunque no nos han dicho como en otras ocasiones que no podemos pescar, nos están echando las patrulleras encima”.

La Guardia Civil, que tiene la misión de dar escolta para evitar incidentes en esas aguas, se interpuso con las zodiacs para proteger a los pesqueros españoles e intentar que los gibraltareños desistieran de sus maniobras de riesgo. Fue entonces cuando los gibraltareños enfilaron hacia la patrullera de la Guardia Civil, con quienes mantuvieron una fuerte discusión de borda a borda, llegando a abarloarse (juntar casco con casco en paralelo) las embarcaciones española y llanitas con fuerza. El mayor encontronazo y el momento de mayor tensión produjo cuando una la embarcación de la Royal Navy se dirigió hacia ellos, lo que provocó otro encontronazo. La tensión continuó durante más de una hora.

Poco ante de estos hechos, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, había asegurado que el Gobierno británico "no tiene voluntad de humillar" al Ejecutivo español en Gibraltar y había pedido que imperase "el buen sentido". Fernández se mostró convencido de que no iba a ocurrir ningún tipo de incidente. "No hay ninguna humillación ni hay voluntad de humillar, faltaría más, y España no va a aceptar ningún tipo de humillación", había dicho el ministro tras ser preguntado por los incidentes entre la Royal Navy británica y la Guardia Civil en aguas de Gibraltar.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, reclamará el martes próximo en Londres que la flota gaditana vuelva a faenar sin restricciones en las aguas en disputa que rodean Gibraltar, como venía sucediendo desde 1999 hasta que el Gobierno gibraltareño rompió en marzo el statu quo.

Así lo ha avanzado él mismo en rueda de prensa conjunta con su colega mexicana, Patricia Espinosa, donde ha reivindicado el "derecho" de los pescadores españoles a pescar en unas aguas que España considera propias, pues no las reconoce como británicas ya que no se cedieron por el Tratado de Utrecht de 1713.

García-Margallo ha adelantado que uno de los mensajes que trasladará a su colega británico, William Hague, será la necesidad de "volver a la aplicación del acuerdo de 1999", por el que se permitía a la flota gaditana faenar en las aguas en disputa, siempre y cuando no se adentraran a menos de 225 metros de la costa.

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