“En política social seguimos teniendo un discurso más de izquierdas que el partido”

“Si existe Juventudes Socialistas es porque representa algo diferente al PSOE. Os apoyaré cuando coincidamos y cuando no”. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, lanzó el domingo este mensaje en la clausura del 24º Congreso de la organización juvenil. Un congreso en el que fue elegido secretario general el asturiano Nino Torre, quien precisamente se ha marcado entre sus objetivos ahondar en esa diferenciación. No olvida que entre las funciones de Juventudes está la de ayudar al PSOE y que son muchos los aspectos que les unen, pero considera que construyendo “un discurso político propio”, los “jóvenes de izquierdas” les verán como algo diferenciado del partido y eso les ayudará a recuperar credibilidad entre ellos, de quienes reconoce que en los últimos años se han alejado.

El antecesor de Torre, Sergio Gutiérrez, ya desalojó el despacho pero a él apenas le ha dado tiempo a ocuparlo. Los tres días de fiesta en Madrid han hecho que este jueves fuese su primer día de trabajo en la sede de la federación nacional, en el número 35 de la calle Ferraz, justo en frente de la sede del PSOE. Llega a la entrevista directamente desde Asturias, lo que le ha llevado a madrugar bastante. Tiene asumido que le va toca trabajar duro y seguramente dormir poco. Compaginará su nuevo cargo al frente de esta organización que ha superado los 15.000 afiliados con el de diputado en el Parlamento asturiano.

Pregunta. ¿Habrá muchas diferencias respecto a la etapa anterior?

Respuesta. El mío no es un proyecto rupturista. Sergio Gutiérrez ha hecho cosas muy buenas. Pero toda nueva dirección política tiene propuestas nuevas y hay muchos aspectos que son mejorables. Creo que en la universidad nos falta mucha presencia. No se ha hecho mal pero también hay que hacer más trabajo en formación, orientada a todos los militantes, no solo a los dirigentes. Si Juventudes Socialistas es la cantera de este partido, y ojalá los dirigentes del mañana sean gente que ha pasado por aquí, necesitamos una militancia formada. Explicará nuestros planteamientos políticos con mayor facilidad, podrá convencer mejor y aumentará la afiliación.

P. ¿Qué va a hacer para volver a conectar con los jóvenes?

R. Necesitamos tener un discurso propio para que la juventud nos vea como algo diferenciado del partido. El fin de semana ya aprobamos una batería de propuestas en esa dirección, como la abolición de la prostitución o la herencia universal, que consiste en que una parte de lo que se recaude con el impuesto de sucesiones se dé a los jóvenes. Además tenemos que ser mucho más visibles. No solo en la universidad y entre los movimientos sociales, sino también en las manifestaciones. Tenemos que recuperar la credibilidad entre los jóvenes de izquierdas. En los últimos años, al ser la organización política y juvenil de un partido de Gobierno, nos costaba más llegar a ellos. Ahora tenemos que abanderar el rechazo a los recortes del PP.

P. ¿Cómo se consigue hacer la política más atractiva para la juventud?

Tenemos que exigir a los partidos que haya más jóvenes participando en política

R. Primero, reivindicando una Administración más abierta. Las instituciones deben tener webs más accesibles para los jóvenes y presencia en Facebook, Twitter,… donde se pueda opinar. Además hay que hacer a los jóvenes más participes de las decisiones políticas. Hay decisiones políticas que nos afectan en primera persona pero en las mesas en las que se toman, no hay ningún joven. Por eso también somos necesarias las organizaciones juveniles de los partidos, para exigir al partido que haya más jóvenes participando en política. Hay que tratar de compaginar a la gente mayor con gente más joven. Creo que es garantía de que los jóvenes vean esto como algo más cercano.

P. El descrédito de la gente en general y de la juventud en particular respecto a la política está creciendo en los últimos años y el 15-M lo ha puesto aún más de manifiesto. ¿Cómo ve este movimiento?

R. Lo veo como algo positivo. El hecho de que el 15 de mayo miles de jóvenes salieran a reivindicar otra forma de ver la sociedad, de hacer política, y que quieran un mundo más justo, para cualquier socialista y cualquier persona de izquierdas es positivo. Ha dejado patente que es mentira que, tal y como nos quisieron hacer ver durante muchos años, los jóvenes de este país pasemos de todo. Somos una juventud bien preparada y nos preocupamos por lo que ocurre a nuestro alrededor. En relación a si toda esa indignación se puede canalizar a través de la política, yo creo que sí y es lo que le pido al 15-M, que vayan a hacer política al partido que más se identifique con su forma de pensar. La única forma de transformar la sociedad es desde la política.

P. ¿Cree que desde Juventudes tenían que haber sido más críticos con algunas medidas del PSOE?

La reforma laboral condena a los jóvenes a vivir en la inestabilidad permanente

R. Salvo en el caso de que el partido atacase posicionamientos básicos de Juventudes, esta organización tiene sus propias delegaciones en los órganos internos del partido. Yo voy a estar en la Ejecutiva federal y es ahí donde tenemos que hablar de lo que no nos guste. Sergio Gutiérrez lo ha hecho en estos años. Ahora bien, somos la organización juvenil y política del partido y entre nuestras utilidades también estar ayudarle a ganar elecciones. Por tanto, hay que manejar muy bien la crítica pública. Fuera de esa crítica, lo que tenemos que lograr los militantes de juventudes es que cuando estemos ahí fuera y hablemos de política, expliquemos claramente cuáles son aquellas cosas que nos diferencian del partido. Si lo hacemos, la juventud nos verá como algo más creíble.

P. ¿Qué les distingue del partido?

R. En política social siempre hemos tenido un discurso diferenciado. Muchas políticas que Juventudes ha defendido, años después el partido las ha asumido: el aborto, el voto a los 16 años,... En otro tipo de cuestiones relativas a política social todavía seguimos teniendo un discurso mucho más de izquierdas, como en el caso de la eutanasia o la República, que nosotros defendemos con más ahínco. Lo que yo llevo en el programa es que eso está bien, pero creo que tenemos que ser capaces en estos cuatro años de construir un discurso propio en otro tipo de aspectos como puede ser la economía, la fiscalidad,… Defendemos con mayor fuerza que el partido una fiscalidad mucha más progresiva, donde los que más tienen más paguen y que las rentas del capital sostengan al país de la misma manera que lo hacen las del trabajo, para conseguir nuevos ingresos que nos permitan mantener los servicios públicos, que en estos momentos están en peligro.

P. Para los jóvenes en concreto, ¿qué medidas considera prioritarias?

R. Mantener el Estado de bienestar y sus tres pilares básicos: educación pública, sanidad universal y gratuita y servicios sociales. En materia de sanitaria, por ejemplo, no consumimos tanto como las personas mayores pero es nuestro futuro. El Gobierno de Mariano Rajoy está adelgazando el Estado del bienestar y mañana a los que nos afectará será a nosotros. Además está el desempleo. Tenemos que plantear nuevos contratos para la gente joven. La reforma laboral de poco sirve. No solo no va a generar más empleo sino que nos condena a los jóvenes a vivir en la inestabilidad continuamente. Este país se tiene que plantear un modelo de derecho laboral y de contratación juvenil que busque la estabilidad y la contratación indefinida entre la gente joven.

P. Hablaba antes del carácter republicano de la organización. ¿Cree que es momento de plantear un cambio del modelo de Estado?

R. Sí, creo que siempre es positivo, independientemente de la situación política del país. Es un debate que está ahí. Ahora bien, soy consciente de que dada la situación económica, la ciudadanía lo que pretende de nosotros es que dediquemos nuestros esfuerzos a paliar el desempleo, o a las políticas que hoy son las preocupaciones más importantes de la ciudadanía. Pero no por ello vamos a dejar de lado nuestro carácter republicano. Acontecimientos como los de las últimas semanas, con el Rey en África, etcétera, tampoco ayudan a que este debate no esté en primera línea.