Las claves de la sentencia

El fallo conocido hoy que condena a Jaume Matas a seis años de cárcel relata el mecanismo a través del cual el expresidente de Baleares maniobró para pagar entre 2003 y 2007 más de 600.000 euros a Antonio Alemany, columnista de El Mundo, y a sus empresas. El periodista era quien escribía sus discursos mientras Matas era mandatario autonómico, a la vez que ensalzaba su gestión. Mientras, con fondos públicos del Gobierno de Matas, Alemany montó una agencia de prensa y un medio digital.

- Matas amañó un concurso para pagar a Alemany

Matas diseñó una fórmula para que Alemany trabajara para él, compatible con que el periodista  pudiera seguir con su trabajo como articulista en El Mundo, ("lo que indirectamente, por afinidad ideológica con el Partido Popular iba a comportar naturalmente un beneficio, sea al partido o al Presidente"). El presidente balear decidió que era preciso “acudir a alguna estratagema” para lograr esa colaboración con Alemany. La "estratagema" consistió en arbitrar un concurso público. De esa manera implicó al publicista y empresario Miguel Romero de la Cerda al que Matas, según el fallo, “rogó” que se presentara al mismo, “explicándole que su único objeto era el de pagar al Sr. Alemany, que ya estaba al tanto de todo”.

El presidente  decidió que era preciso “acudir a alguna estratagema" para pagar a Alemany 110.000 euros

La sentencia señala que, bajo aquella fórmula fraudulenta se acordó el pago al periodista de más de 110.000 euros entre los años 2003 y 2005. Posteriormente, el director general de Matas emitió un informe “donde, faltando a la verdad”, indicó que el contrato con Alemany se estaba ejecutando satisfactoriamente y propuso una prórroga por un plazo de 19 meses, por un importe de otros 87.243 euros hasta 2007, es decir, un total -entre 2003 y 2007- de más de 197.000 euros.

Antes de eso, el tribunal señala como hechos probados que la jefa de gabinete de Matas, María Umbert, “convenientemente asesorada”, expuso a Alemany que su contratación para la redacción de los discursos del presidente balear solo era viable a través de un contrato menor, o su designación como asesor del presidente. Alemany rechazó ambas fórmulas. Y convinieron que, por sus servicios, Alemany presentaría facturas por un importe mensual de 2.000 euros.

- Alemany montó una agencia de noticias con una subvención de 450.000 euros de Matas

Alemany obtuvo en 2006 una subvención de Gobierno de Matas de 449.734 euros para crear una agencia de noticias (Agencia Balear de Noticias), y utilizó también ese dinero público para financiar su diario digital. A comienzos de 2006, el periodista se reunió con Matas y Martorell para pedirles la subvención “amparándose en su ascendente moral sobre el Sr. Matas, pues sabía de la estima en que tenía su asesoramiento”, dice la sentencia.

El periodista creó después una sociedad pantalla para poder ser el beneficiario de la subvención, "ante las posibles incompatibilidades materiales que pudieran suscitarse" si él encabezaba el proyecto y eso, “aun cuando”, dice la sentencia, “quería dirigirlo y controlarlo”.

El periodista consiguió una subvención para su agencia de noticias con una empresa pantalla

Para justificar ante la Administración balear los gastos pagados con la subvención, Alemany impuso a todos los trabajadores de la agencia (entre los que figuraban dos sobrinos políticos y otros conocidos) “que presentasen una factura mensual en múltiples ocasiones de idéntico contenido económico con independencia de los trabajos efectivamente realizados”. “Con tal proceder”, concluye la sentencia, “obviamente se perjudicaba a la Administración y se beneficiaba a la Agencia Balear de Noticias”.

La sala descarta que haya delito de fraude de subvención porque “no se halla en condiciones de afirmar que la cantidad fidedignamente defraudada es superior a 120.000 euros”, suma a partir de la cual el fraude se considera delito.

-El periodista fue receptor también de contratos a dedo

Al margen del contrato a dedo a través del que cobraba Alemany y de la subvención que recibió, el periodista percibió otras retribuciones del Gobierno balear. Una de ellas se realizó, según la sentencia, a través de un contrato menor con la empresa de Alemany para la “elaboración de varias entrevistas y reportajes para su posterior publicación en la prensa deportiva nacional”, por un importe de 11.550 euros. “Martorell sabía perfectamente que el contrato únicamente respondía a un deseo particular del Sr. Alemany de incrementar sus ingresos, pese a lo cual se dejó llevar por el asiduo trato que con éste mantenía y con el que el Sr. Alemany mantenía con el Presidente Sr. Matas”, indica el fallo.

- Porqué hay tráfico de influencias

La sentencia concluye que Jaume Matas influyó sobre otro funcionario (el director general de Comunicación, Joan Martorell) “sea prevaliéndose de su cargo como Presidente del Govern, sea prevaliéndose de su relación jerárquica sobre el mismo” para posibilitar el dictado de una resolución que económicamente iba a beneficiar a Alemany.

-Matas estaba sometido a un "plus de reprochabilidad"

El fallo del tribunal justifica la aplicación de las penas considerando que "quien ostenta la máxima autoridad administrativa ostenta a su vez el máximo deber respecto a ella, lo que se traduce en el máximo plus de reprochabilidad cuando se hace un uso torticero de algunas de las estructuras que conforman la Administración misma. Debe pues servir a la Administración, nunca servirse de ella".

- Alemany regaló a Matas su discurso de investidura 

Entre los numerosos discursos que Alemany realizó para Matas, destaca el que el expresidente pronunció en el Parlament el 25 de junio de 2003 con motivo de su investidura. El periodista declaró ante el juez que no cobró a Matas por redactarle ese texto, sino que se lo regaló. “El Sr. Alemany se ofreció al Sr. Matas para redactarlo gratis, porque para él era un honor hacerlo”, explica la sentencia. El tribunal no descarta que efectivamente fuese un regalo, por la afinidad ideológica de Alemany con el PP: “A poco de caerse en la cuenta de que el precedente Gobierno de las islas había sido de marcado carácter ideológico diferente y que, con el nuevo a formar, era afín ideológicamente el Sr. Alemany; no puede descartarse esa satisfactoria contribución”.