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La corrupción irrumpe en campaña

PSOE e IU exigen a Cascos que aclare su relación con el cerebro de Gürtel El líder de FAC achaca a los socialistas la imputación de ex altos cargos

Álvarez-Cascos conversa con el corredor Carlos Barrero (i) y con el exciclista José Luis 'Chechu' Rubiera en la presentación del paso de la Vuelta a España por Asturias.
Álvarez-Cascos conversa con el corredor Carlos Barrero (i) y con el exciclista José Luis 'Chechu' Rubiera en la presentación del paso de la Vuelta a España por Asturias.J.L.Cereijido (EFE)

“Somos el único partido que no tiene casos de corrupción”, afirma el coordinador regional de Izquierda Unida y candidato a la presidencia de Asturias, Jesús Iglesias. IU concurre a las elecciones enarbolando los valores de la izquierda frente a los recortes realizados por el PSOE y el PP en los Gobiernos de España y también la pureza de quien no se ha visto salpicado por los escándalos en la gestión pública.

Los casos de presunta corrupción también pesan en la campaña electoral asturiana. El PSOE, como ocurriera en los comicios de mayo del pasado año, afronta esta nueva cita en las urnas mientras pasan por el juzgado testigos e imputados del llamado caso Marea, que llevó a prisión durante varios meses el año pasado a una exjefa del Servicio de Procesos Administrativos de la Consejería de Administraciones Públicas, a un exconsejero de Educación del Gobierno socialista asturiano de Vicente Álvarez Areces, a su exdirectora de Planificación, Centros e Infraestructuras y a dos empresarios por supuestos delitos de comisiones ilegales, prevaricación, cohecho, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a funcionarios, fraude y exacciones ilegales y blanqueo de capitales.

Javier Fernández, líder del PSOE, asegura que su formación ya pagó sus responsabilidades políticas en ese caso en los pasados comicios y que el partido expulsó de inmediato de sus filas al exconsejero.

Ahora, a punto de encarar la recta final de la campaña, la nueva imputación al exsenador y extesorero nacional del PP Luis Bárcenas, al exdiputado Jesús Merino y al exconcejal Ricardo Galeote por el caso Gürtel, coloca también a los populares en una posición incómoda. El PP asturiano evita pronunciarse y trata de sortear el asunto.

Quien sí esgrime la corrupción en sus intervenciones públicas es el presidente asturiano y de FAC, Francisco Álvarez-Cascos. Pero solo lo hace del caso Marea, mientras elude el caso Gürtel. Cascos ha llegado a decir que el paso por la cárcel de dos altos cargos y una alta funcionaria de departamentos gestionados por los socialistas en el anterior Gobierno de coalición de PSOE e IU es “el mayor caso de corrupción de España”.

El caso Marea le estalló en la cara al PSOE pero tangencialmente no dejó intacta a la derecha. El marido de la funcionaria imputada fue secretario de la junta local del PP de Avilés, y una subdirectora general y dos directores generales del Gobierno de Cascos fueron destituidos en los últimos meses tras conocerse que habían recibido regalos de las empresas implicadas cuando desempeñaban otras responsabilidades con anterioridad a su etapa en el Ejecutivo de Cascos.

Tanto Javier Fernández como Gaspar Llamazares, diputado nacional y ex coordinador general de IU, han emplazado al presidente asturiano a que explique su amistad con Bárcenas, que fue persona de su máxima confianza y a quien defendió de modo público cuando fue imputado por primera vez. También le exigen que explique la abultada contratación con Francisco Correa, el supuesto cerebro de la red, por parte de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) cuando Cascos era ministro de Fomento. Y además le reclaman que aclare si él es o no la persona que en el sumario aparece mencionado por las siglas P. A. C. como supuesta beneficiaria por pagos de la red por un importe de 980.000 euros.

Cascos omite todo comentario, como ya hizo en la campaña de mayo. Entonces los socialistas también lo acusaron de haber beneficiado a su actual esposa cuando era ministro de Fomento con la compra con cargo al erario público, y sin concurso previo, de obras de arte a la galería dirigida entonces por quien ahora es su cónyuge y a una sociedad de su titularidad por un importe de 3,31 millones. Álvarez-Cascos nunca lo desmintió. Pero cuando el secretario de Organización de la FSA-PSOE, Jesús Gutiérrez, precisó que el pago se había hecho con cargo a una cuenta precisa (el llamado 1% cultural del ministerio), Cascos hizo público un desmentido de que se hubiese comprado arte con cargo a esa concreta y específica partida.

El presidente asturiano lleva diez meses querellándose contra la prensa asturiana por temas menores, pero no ha emprendido ninguna acción legal contra los medios de comunicación y los opositores políticos que lo han relacionado directamente con el misterioso PAC.

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