“Los presos son problema de ETA y tienen un problema con ETA”

El socialista vasco Jesús Loza, designado comisionado del lehendakari para la Convivencia y la Memoria, se despidió este jueves de los parlamentarios con la confianza de que el día 30 se constituya en la Cámara de Vitoria una ponencia para buscar soluciones de paz tras el fin de la actividad violenta de ETA. Loza asegura que “los presos un problema de ETA y tienen un problema con ETA”.

Pregunta. ¿Por dónde le ha dicho el lehendakari que empiece?

Respuesta. Que profundice en las cosas que ya estaba haciendo, de memoria, justicia, convivencia y política penitenciaria.

P. El objetivo y lo importante es la convivencia, pero ¿qué es lo urgente de su trabajo?

R. Construir consensos. Primero en Euskadi. Colaboraré a compactar con los grupos la creación de la ponencia propuesta por el lehendakari y este debe hacer luego una hoja de ruta que cubra el final definitivo e incondicional de ETA y la construcción de la convivencia en paz, libertad e igualdad. Y para eso hace falta mucho consenso en política penitenciaria. El objetivo es la recuperación para la democracia de los victimarios, más allá de su reinserción.

P. ¿Cuál es la diferencia entre una cosa y otra?

R. Reinserción es simplemente volver a vivir en sociedad. Recuperación es reconocer como un error barbaridades cometidas.

P. ¿Pero los presos no son más un problema de ETA y Batasuna que del Estado de derecho?

R. Son problema de ETA y Batasuna, que no nos pueden transferir a los demás, y tienen un problema con ETA y Batasuna, que les impiden cumplir la ley para poderse acoger a beneficios penitenciarios. En el caso de Batasuna, con el contrasentido de que está haciendo todo lo posible por cumplirla, mientras le niega ese derecho a los presos.

P. ¿Ha hablado usted con presos de ETA?

R. Sí, he estado con presos de Nanclares, pero no quiero ir más allá. Solo diré que todo se ha hecho con mucho rigor, discreción y consenso.

P. ¿Qué ha percibido?

R. Que tienen las ideas muy claras y que llevan recorrido un itinerario que es sincero.

P. ¿Ha estado en el proceso de encuentros con las víctimas?

R. He coordinado todas las actuaciones que se han hecho, tanto con el anterior Gobierno central como con el actual.

P. ¿Esas citas son una especie de terapia?

R. Las pidieron los propios presos incluidos en un programa de trabajo organizado que empezó a raíz del fin de la tregua de 2006 con la bomba de la T-4. Se concibió como parte de la lucha antiterrorista, igual que el resto de la política penitenciaria. Quienes las pidieron lo hicieron al final de un proceso tras el que reconocieron no solo la inutilidad, sino el profundo error y la barbaridad de lo que hicieron. Las víctimas que accedieron son gente de una calidad humana increíble.

P. ¿Tienen, además del peso de haber segado vidas, el sentimiento de haber tirado por completo la suya propia? Algunos tienen cerca de 60 años.

R. Sí, Kepa Pikabea lo dice en el documental Al final del túnel. Otros no lo verbalizan, pero no hay que ser un genio para percibir que eso es una realidad.

P. ¿Ve al Gobierno del PP dispuesto a seguir con esas políticas?

R. Lo ha dicho públicamente. Estoy seguro de que la relación, que es parte de mi cometido, será fluida, aunque se equivoca quien piense que es fácil lo que hacemos.

P. ¿Hablará con la izquierda abertzale a través de Bildu y Amaiur?

R. Sí. Les pediré que asuman su responsabilidad, y que cambien en estratégica su apuesta táctica por la democracia.

P. ¿Les ha llamado ya?

R. No. Establecer prioridades es muy importantes y, evidentemente, ellos no son los primeros. Solo he llamado al presidente del Consejo de Víctimas, José Luis de la Cuesta. Para que las víctimas estén bien hace falta que acabemos definitivamente con ETA y son su proyecto totalitario. Con él será mi primera reunión. Después lo haré con los grupos parlamentarios, con el Gobierno central y las asociaciones y fundaciones de víctimas de ámbito nacional, juntas o por separado, como deseen. También con los ayuntamientos y las diputaciones.