PSOE e IU tratan de rentabilizar el duelo entre el PP y Cascos en Asturias
FAC perdió la mitad de sus votantes en los comicios del 20-N UPyD se ofrece como el partido bisagra
La proeza de Francisco Álvarez-Cascos, que en cinco meses levantó un partido nuevo y llegó con él al Gobierno en Asturias, se ha quedado en poco. Es lo que la izquierda denomina “el gatillazo de Cascos”.
La debilidad de su equipo de Gobierno fue tan palmaria como la insuficiencia de su respaldo parlamentario, con solo 16 de los 45 diputados. Y ello pese a que en mayo fue el partido que invirtió más recursos económicos en campaña. En los comicios generales del 20-N ya perdió casi la mitad de sus votantes en Asturias y, aunque obtuvo un diputado nacional, se quedó muy lejos de su promesa de grupo parlamentario en el Congreso.
Ahora Cascos se juega su futuro político, tras haber apostado por la convocatoria de las elecciones. De ahí su llamamiento contra la desafección pidiendo al electorado un “impulso decisivo” para intentar una mayoría suficiente.
El desconcierto que ha suscitado la gestión casquista, la imagen de parálisis, broncas, y polémicas en estos diez meses es lo que trata de rentabilizar el PSOE. Javier Fernández, su candidato, intenta patrimonializar la “política seria” frente a lo que llama la “caricatura” y sugiere que PP y FAC jamás se pondrán de acuerdo para dar estabilidad a Asturias, pues dirimen una batalla a muerte para controlar el espacio de la derecha.
El PP, al que FAC arrebató la mitad de sus escaños en mayo, dirige su artillería contra Cascos. Mientras el que fue “general secretario” del PP durante diez años se reinventa como regionalista y acusa a los partidos nacionales de ser meras delegaciones —“Solo nosotros seremos un Gobierno verdaderamente autónomo”, asegura Cascos— su excolaboradora Mercedes Fernández alardea de compromiso con la tierra.
Las bisagras
Mientras, IU enfatiza su condición de fuerza útil para sacar a los conservadores del Gobierno y dar estabilidad a la región. Trata de no ser arrollado por una eventual concentración en el PSOE de los votos de la izquierda que en mayo se fueron a la abstención e incluso a Foro. Su lema, Podemos con ellos. Rebélate, llama a la movilización contra la derecha rota para una alternativa de izquierdas.
UPyD, que aspira a entrar por vez primera en el parlamento, se ofrece como “partido bisagra”. El CIS le atribuye la condición de “llave” para decidir el futuro Gobierno de Asturias. Su lema va justo dirigido a ello: Lo que nos une.
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