El PSOE lleva a todas las instituciones su rechazo a la reforma laboral
El PP organiza un contraataque y reúne a sus consejeros de Empleo con la ministra
El PSOE se ha volcado en la reforma laboral y está decidido a movilizar todos sus efectivos para centrar en ella toda su actividad de oposición. Para ello, inició ayer una campaña en la red y anunció que presentará iniciativas en todas las instituciones en las que tiene presencia: Ayuntamientos, diputaciones, comunidades y el Parlamento.
El líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunió ayer con los secretarios provinciales del partido para movilizarlos y pedirles que, por ejemplo, mantengan reuniones con los sindicatos en sus territorios. Al PSOE le mueve la convicción de que se trata de un recorte de derechos inconstitucional, unido a la necesidad de recuperar la iniciativa social y, por otro lado, movilizar a las bases y cuadros del partido para generar músculo interno, tras las derrotas electorales.
Las mociones elaboradas en Ferraz denuncian el recorte de derechos, el final de la negociación colectiva e “insta al Gobierno a presentar en el Congreso un proyecto de ley alternativo y pactado con los agentes sociales y las fuerzas políticas que tenga como objetivo la creación de empleo de calidad, y la estabilidad en el empleo”.
La estrategia se complementa con el rechazo en el Parlamento al decreto y la posterior presentación del recurso ante el Tribunal Constitucional. El debate de totalidad, en principio, está previsto para el día 8 de marzo y, a partir de ahí, se tramitará como proyecto de ley hasta al menos el mes de mayo. Los socialistas consideran que el Ejecutivo no tiene intención alguna de suavizar la norma que está en vigor, aunque mantendrá la impresión de diálogo hasta las elecciones autonómicas andaluzas y asturianas del 25 de marzo.
La vicesecretaria general, Elena Valenciano, anunció ayer que el PSOE lanzará una “ofensiva política contundente” contra la reforma laboral por considerar que es “una gran estafa” a los ciudadanos, con la que el PP “hace saltar por los aires todos los equilibrios establecidos a lo largo de la democracia en materia de relaciones laborales y fulmina los derechos de los trabajadores”.
Para esa campaña, el PSOE puso en marcha desde ayer una web (www.reformapeligrosa.es), porque, según Valenciano, “la reforma laboral es un ejercicio de dogmatismo ideológico. Rajoy ha lanzado un auténtico programa de revisionismo ideológico con la crisis como gran coartada”.
Mientras, el PP, solo una semana después de su congreso, que se cerró con un claro reforzamiento de Dolores de Cospedal, ha empezado ya a ejercer lo que Mariano Rajoy le pidió: respaldo del Gobierno frente a las protestas de la oposición y, sobre todo, de la calle. A los populares, aunque traten de decir lo contrario en público, les preocupa la movilización contra sus reformas. Saben que vienen meses muy complicados, especialmente después de que se presenten los presupuestos, que serán durísimos, y quieren salir ya a defender al Ejecutivo.
La reforma laboral es en este momento lo que más preocupa al Ejecutivo, porque entiende que no ha entrado del todo bien y todos los enfoques se han concentrado en que abarata y facilita el despido. Para montar esa estrategia de contraataque, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, una mujer de partido que se ocupaba de estos asuntos en la oposición y es una política muy cercana a Javier Arenas, que se la juega a todo o nada en Andalucía, se fue ayer a la sede del PP a reunirse con todos los consejeros de Empleo de este partido, que son la mayoría. El objetivo, nada disimulado, ahormar una posición común y contestar a las críticas. Por la tarde se reunió de nuevo con ellos y con los consejeros de los demás partidos, ya de forma oficial en el ministerio.
Antes compareció Dolores de Cospedal, la secretaria general, presente en la reunión con los consejeros del PP y la ministra, y aprovechó la rueda de prensa de los lunes para hacer una encendida defensa de la reforma laboral, una prueba más del interés que tiene el PP en contratacar con este asunto. Los populares cuentan de momento solo con el apoyo de Convergència i Unió, ya que intentaban pactar con el PNV pero ha anunciado un no rotundo, que complica algo la estrategia del Gobierno.
“Creo que tanto la reforma laboral como las demás que ha emprendido el Gobierno, lo que están haciendo es demostrar que tenemos un Ejecutivo que gobierna”, aseguró Cospedal. La secretaria general se mostró convencida de que la reforma no perjudicará las expectativas electorales del Partido Popular en Andalucía y en Asturias. “Los ciudadanos saben que tenemos que hacer sacrificios entre todos para, a partir de ahí, empezar a crecer”, remató.
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