Urdangarin ante el juez: claves de una declaración extensa y poco reveladora
El duque de Palma compareció durante 22 horas
La comparecencia del yerno del Rey, Iñaki Urdangarin como imputado en el caso Palma Arena ante el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach ha sido el acontecimientos político del pasado fin de semana. Durante más de 22 horas de declaración, entre el sábado y el domingo, el duque ha intentado cargar la responsabilidad por las irregularidades en los manejos del Instituto Nóos en su exsocio, Diego Torres. Urdangarin y Torres, como propietarios y gestores de Nóos, están bajo sospecha judicial por encabezar una supuesta trama que se apoderó de fondos públicos, con concursos y contratos ficticios y precios totalmente desproporcionados, según consta en el informe del fiscal Horrach.
El yerno del Rey logró para Nóos entre 2004 y 2007 casi seis millones de euros de fondos públicos (2,6 del Gobierno de Baleares de Jaume Matas y 3,2 millones de la Generalitat Valenciana de Francisco Camps).
El juez Castro, que investiga los supuestos delitos de malversación de caudales públicos, falsedad documental, fraude a la Administración y prevaricación en esta pieza separada del caso Palma Arena, formuló a Urdangarin un total de 500 preguntas en dos días. Cuando él terminó, empezó el interrogatorio del fiscal, que duró otras siete horas, hasta medianoche; a continuación, tomó el relevo la acusación particular, Manos Limpias, también muy dura.
Aunque el sábado Urdangarín había asegurado que el Rey le había pedido en 2006 que abandonara sus negocios, ayer ha admitido que siguió en actividad hasta 2008. Sin embargo, intentó matizar que fueron actividades únicamente relacionadas con el ámbito privado, no con organismos públicos, y para cerrar un negocio que había abierto cuando presidía Nóos por importe de 400.000 euros.
El sábado trascendió además que el juez acusa a Nóos de enviar fondos al extranjero con nuevas sociedades opacas. Así ha sido desvelada una nueva estructura de empresas duplicadas en España y en un paraíso fiscal, que “canalizaría” para “los imputados”, los “fondos procedentes de actividades desarrolladas por la Asociación Instituto Nóos de Investigación Aplicada”, según dice el auto de una pieza cuyo secreto se levantó anteayer.
También según se ha revelado este fin de semana, el Instituto Nóos encargó a una empresa de Barcelona la emisión de 13 facturas “por trabajos que no se habían realizado”, según manifestó ante el juez Pablo Herrera Fontanals, administrador de la firma de comunicación y diseño BPMO Edigrup de Barcelona, cuyo contable aportó las facturas por un total de 143.840 euros. Esa facturación ficticia sirvió a Nóos para justificar, supuestamente, cobros ante organismos oficiales por operaciones comerciales inexistentes.
Esos nuevos elementos documentales y declaraciones de empresarios han sido recolectados por el fiscal Horrach y el juez Castro durante un viaje relámpago a Barcelona el pasado viernes.
Por otra parte, la Fiscalía, muy incisiva, destapó una cuenta con la que Urdangarin cobró de una cuenta bancaria en Suiza. El rastro se detectó en el registro del despacho personal del duque. Tras serle mostrada una hoja con una cuenta manuscrita por su secretaria, el imputado asintió y argumentó, según fuentes del caso, que se trataba de un ingreso que hizo un empresario jordano residente en Suiza por su gestión para internacionalizar la sociedad Aguas de Valencia.
Además, anoche, cuando promediaba la declaración de Urdangarín, el juez José Castro llegó a plantear al duque de Palma la hipótesis de la posible citación de la infanta Cristina de Borbón. Fue en una intervención retórica, en una advertencia al yerno del Rey, al que cree instalado en las evasivas, negativas y respuestas supuestamente preparadas para desviar hacia otros las eventuales responsabilidades. Castro comentó a Urdangarin que su reiterada postura de situarse en un papel meramente formal, institucional, no ejecutivo, en la gestión y administración de Nóos, en un rol casi testimonial, podría provocar la citación en el juzgado de la infanta Cristina, por haber señalado el sábado que ella tenía el mismo rol que él, testimonial, representativo.
Otra de las posibilidades con las que se ha especulado durante el fin de semana ha sido la de un posible careo entre Urdangarin y su exsocio, Diego Torres, algo que por ahora no ha prosperado.
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