Cospedal: "No tenemos que aparentar unidad, somos un partido fuerte"

"No tenemos que simular ni disimular. No tenemos que aparentar unidad, porque somos un partido unido y fuerte". La primera imagen del congreso del PP que se celebra hasta el domingo en Sevilla, además de los besos, los abrazos y las sonrisas propios de la ocasión, es la de un partido que va a decidir su futuro sin fisuras. Esto, al menos, es lo que ha intentado escenificar la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en la presentación del cónclave. Y ese ha sido el mensaje al presentar el informe de gestión, en el que ha hecho un discurso triunfalista -recorriendo las victorias electorales del año pasado-, en el que ha ensalzado su propio trabajo y el de Rajoy, y en el que, además, ha pedido seguir como secretaria general. "Éramos un partido de Gobierno y ahora somos un partido en el Gobierno", ha dicho.

Rodeada de los candidatos a las elecciones en Andalucía y Asturias, Javier Arenas y Mercedes Fernández, y Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación, Cospedal ha hablado esta mañana como la voz de la formación de Gobierno, y ha remitido a las decisiones de Mariano Rajoy sobre la composición de la dirección nacional.

La únicas tensiones internas en unas circunstancias claramente apacibles para los equlibrios del PP se han producido hasta ahora precisamente a cuenta del poder que pretende acumular la secretaria general.

Cospedal, mano derecha de Rajoy desde 2008, nunca ha logrado hacerse con todo el control de la dirección nacional. En Génova siempre han estado Ana Mato, responsable de la organización, y Javier Arenas, el hombre fuerte y ex secretario general, que han servido

El barón del partido en Andalucía ha intervenido hoy, tras visitar las instalaciones del congreso, en calidad de anfitrión e incluso antes de Cospedal. Arenas ha dado las gracias a Rajoy por "convertir Sevilla en la capital de España" durante unos días para después centrarse en lo suyo, las elecciones autonómicas del 25 de marzo.

Cospedal y Arenas han aprovechado el micrófono para convertir sus intervenciones en una especie de acto preelectoral. Han pretendido marcar distancias con el PSOE, que celebró en Sevilla su congreso hace dos semanas, donde "se habló de dos apellidos". El 25 de marzo, "vamos a ganar el paro y la crisis, nuestros únicos enemigos", ha agregado.

Y mientras el dirigente popular andaluz ha rescatado hasta los "brotes verdes" de Elena Salgado para arremeter contra el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, la secretaria general ha prometido "soluciones" y un "Gobierno de cambio" frente a los "casos de los ERE y los fondos de reptiles".