CC OO cree que una reforma sin pacto estará abocada al fracaso

Si el Gobierno no cambia de planes, el viernes aprobará la reforma laboral número 53 del Estatuto de los Trabajadores. Lo hará sin que haya pacto con los agentes sociales. Esto, para CC OO, es una de las causas que abocan a toda reforma laboral “al fracaso”. Tampoco servirá para frenar la destrucción de empleo y, menos aún, para estimularlo. Y, además, tampoco va a acabar con la cultura del contrato temporal, tan instalada en el mercado laboral español, esgrime el sindicato liderado por Ignacio Fernández Toxo.

Estas son las conclusiones a las que ha llegado la Fundación Primero de Mayo, un centro de estudios sindicales dependiente de Comisiones Obreras, en un estudio de 79 páginas al que ha tenido acceso este diario.

“No parece coherente defender que la misma legislación laboral que no frenó este crecimiento [en referencia a la creación de empleo entre 1995 y 2007] sea la principal causa de la crisis”, explica el documento, para defender que la solución al alto paro en España no pasa por una nueva reforma. “Las crisis económicas no tienen sus causas ni sus respuestas en la regulación del mercado de trabajo”, continúa.

Para llegar a estas conclusiones, la Fundación Primero de Mayo analiza todas las reformas laborales habidas desde que en 1980 se aprobó el Estatuto de los Trabajadores. Sobre todo, el estudio se para en lo que supuso la primera de importancia, la de 1984, que fue la que introdujo los contratos temporales sin causa. Esto disparó la temporalidad hasta convertirla en la mayor enfermedad del mercado laboral, hasta tal punto que la mayor parte de las reformas posteriores han tratado de corregir este grave problema.

Cambio productivo

A pesar de que la temporalidad llegó a causa de un cambio legislativo, para CC OO la solución no pasa por una reforma, sino por el cambio de modelo productivo. El recurso a los contratos temporales está muy ligado a sectores como la construcción, de gran importancia en España y que se ha hundido con la crisis.

También este factor, la temporalidad, explica que sean los jóvenes los que más sufren la precariedad ligada a este tipo de contratos, quienes han perdido en masa el empleo en los últimos años. Partiendo de la encuesta de población activa, desde que comenzó la crisis el 71% de los puestos de trabajo que se han destruido estaban ocupados por menores de 30 años.