La ‘neutralidad activa’ no se nota
Al igual que Griñán nunca tuvo dudas de que el exministro debía ser el candidato del PSOE el 20-N, tampoco las ha tenido a la hora de apostar por la renovación, aunque públicamente no lo diga
“No lo he hecho, no lo hago, ni lo voy a hacer porque he mantenido siempre que mi posición es de neutralidad activa”, proclamó ayer José Antonio Griñán cuando se le preguntó si, por fin, iba a hacer público su apoyo a Alfredo Pérez Rubalcaba o a Carme Chacón.
Al igual que Griñán nunca tuvo dudas de que el exministro debía ser el candidato del PSOE en las pasadas elecciones generales —aunque tuvo sus coqueteos con la exministra de Defensa—, por considerarlo más sólido para afrontar la crisis económica, tampoco las ha tenido a la hora de apostar por la renovación en el PSOE, aunque públicamente no lo diga. “El congreso no puede ser el 20-N, tiene que aportar algo distinto, tiene que ser un revulsivo”, dijo a mediados de noviembre, cuando aún ninguno de los dos candidatos había salido a la palestra. Y desde entonces su entorno no ha dejado de insinuar que su apuesta es por un cambio de cara en el PSOE.
Griñán ha ido arrastrando hacia su posición a la mayoría de los secretarios generales provinciales y a gran parte de su ejecutiva regional, que ha evolucionando de tener una simpatía mayor a Rubalcaba a decantarse por Chacón, a la que conocen bastante menos que al candidato. En este trasvase ha influido la creencia de que la diputada por Barcelona es un plus para Griñán con vistas a los comicios autonómicos del próximo 25 de marzo. “Chacón le suma a Griñán de cara a las elecciones andaluzas”, dijeron ayer fuentes de su entorno, que recuerdan que el PSOE perdió cerca de 700.000 votos en Andalucía en las pasadas elecciones generales. Estas fuentes cuestionan no tanto a Rubalcaba como las “adherencias” del exministro tanto al anterior presidente de la Junta y presidente del PSOE, Manuel Chaves, como al secretario federal de Política Autonómica y ex consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, y al ex número dos del PSOE andaluz, Luis Pizarro. La ruptura de Griñán con este grupo, que fue el que le aupó a la presidencia de la Junta, es total y absoluta, hasta el punto de que cuando Chaves dijo que le gustaría seguir siendo presidente federal, la contestación del lado del equipo de Griñán fue la de pedirle que diera un paso atrás.
Dirigentes del entorno personal de Griñán como Amparo Rubiales o Carmen Callejas han hecho público su apoyo a Chacón, así como la consejera de la Presidencia y número dos del Gobierno andaluz, Mar Moreno. También la presidenta del PSOE andaluz, Rosa Torres, ha hecho todos los gestos posibles. Esta reconoció ayer: “Aunque nos queramos mantener en un papel más o menos neutral, a mí se me nota que me gusta Carme Chacón”.
Por el contrario, otros miembros relevantes del Gobierno andaluz, como la consejera de Igualdad, Micaela Navarro, han estado desde el primer momento con Rubalcaba.
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