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Catar ficha a Moratinos para impulsar un tratado internacional contra el hambre

El exministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Zapatero se traslada a vivir a Doha

El exministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se ha incorporado como consejero diplomático al Programa Nacional de Seguridad Alimentaria de Catar (QNFSP, según sus iniciales inglesas), creado en 2008 para lograr la suficiencia alimenticia de ese emirato petrolero, el más rico del mundo por renta per cápita.

Moratinos, de 60 años, se ha trasladado a vivir a Doha durante al menos un año. Allí trabajará a las órdenes de Fahad Al-Attya, un exmilitar nombrado hace cuatro años presidente del QNFS por el jeque catari Tamin Bin Hamad Al-Thani. El que fue, hasta fínales de 2010, el jefe de la diplomacia española ha solicitado la excedencia de la carrera diplomática a la que se reincorporó tras cesar como diputado al término de la anterior legislatura, según fuentes de Exteriores.

Desde que cesó como ministro Moratinos intentó primero ser director de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), pero fue derrotado por cuatro votos, en junio, por el brasileño José Graziano. Después aspiró, según la prensa libanesa, a convertirse en el coordinador de la ONU para Líbano y recabó el apoyo del gobierno este país. El secretario general, Ban Ki-Moon, optó, sin embargo, por el diplomático británico Derek Plumby.

La tarea de Moratinos en Doha consistirá en promover un tratado internacional, bautizado Global Dry Land Alliance, que asocie a las regiones más áridas del mundo para luchar juntas contra la inseguridad alimentaria que provocan las sequías o incluso la especulación sobre las materias primas. Las tierras áridas son el 45% de la superficie emergida del planeta y en ellas viven cerca de 2.000 millones de personas.

Concretamente, el tratado busca potenciar la innovación e investigación en materia de agricultura sostenible en países con graves insuficiencias hídricas y crear un mecanismo de respuesta rápida si se producen crisis alimentarias. “Se tratará de una especie de OTAN para hacer frente a las amenazas alimentarias que pueden degenerar en hambruna”, según fuentes cercanas al exministro. La iniciativa catarí enlaza, en cierta media, con las propuestas que Moratinos llevó a su candidatura a la FAO.

Catar confía en sumar a su iniciativa no solo a las demás monarquías del Golfo sino al Magreb, a Egipto, Suráfrica, China, México y Australia y contar como observadores con la Unión Europea, Estados Unidos y la ONU. Aspira a que el tratado sea firmado en Doha, por al menos una veintena de países, a finales de año coincidiendo con la cumbre mundial sobre el cambio climático.

El pequeño emirato de Catar lleva años desarrollando una política exterior dinámica. Promovió y participó en la intervención militar en Libia, acoge en Doha a una representación de los talibanes afganos y fue el primer país en retirar a su embajador de Damasco al tiempo promovió el envío a Siria de una misión de observadores de la Liga Árabe.

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