“Preparé el traje, Camps vino a caja, no pagó, me dio la mano y se fue”
La cajera de Forever Young niega que el expresidente valenciano pagara en efectivo los trajes
El juicio contra Francisco Camps, acusado de aceptar sobornos de la trama corrupta Gürtel, pareció vivir este miércoles un momento decisivo. Declaraba María Calero, la cajera de Forever Young, la tienda de la que presuntamente salieron buena parte de las prendas de vestir regaladas al expresidente y a Ricardo Costa. Calero era, según explicó, la única cajera de Forever Young y, más en concreto, “la única persona que había detrás de la caja” de la tienda. Por tanto, podía confirmar si, como Camps ha afirmado desde que fue imputado, él siempre pagaba sus compras en efectivo con el dinero de la farmacia que le daba su mujer. Su declaración fue, sin embargo, exactamente la contraria.
Calero relató que recordaba con precisión haber visto a Camps en el comercio una vez. Un día “que salió de la tienda con una bolsa de trajes”. “Si fue más veces”, agregó, “yo sinceramente no me preocupaba, porque sabía que no iba a venir a la caja para nada”.
El expresidente no pasaba por caja, contó la testigo, pero “precisamente ese día sí que se acercó”. “Empaqueté el traje y le debí meter los zapatos en la bolsa. Era la primera vez que lo veía y no sabía exactamente quién era. Tenía preparado el tique por si acaso venía, para dárselo o darle el traje. Vino [José] Tomás a recoger el traje, porque a Camps no se le atendía directamente. Y él [Camps] se acercó a la caja. Yo pensando que venía a pedirme el tique o a decirme cómo iba a pagar, pero se acercó y simplemente me dio la mano y se fue”.
¿No le dio dinero?”. “No. Solo dijo: gracias, gracias, y saludó a todos”
La sala de vistas quedó un instante en silencio, como si las partes, el jurado y el grupo de fieles del expresidente estuvieran conteniendo la respiración. Virgilio Latorre, el letrado de la acusación popular que representa al PSPV-PSOE, preguntó: “¿Le dio la mano? ¿No le dio dinero?”. “No, no me dio nada”, respondió la testigo; “simplemente me dijo: ‘gracias, gracias, gracias’. Saludó a todos y se fue. Y yo al rato pregunté: ‘¿quién es ese que me ha saludado?”, añadió Calero con la misma naturalidad con la que estuvo declarando durante dos horas.
La testigo aseguró igualmente haber visto a Costa, ex número dos del PP valenciano, en el establecimiento —“al verlo aquí lo he reconocido, y del único sitio que puede ser es de la tienda”—. Y haber visto su nombre en tiques de pagos a cuenta que, pese a no haber sido aportados a la causa por Forever Young, se dejaban a deber y se incorporaban en la línea de crédito que Álvaro Pérez, El Bigotes, tenía abierta en la tienda. Lo mismo ocurría, continuó, con Camps, Rafael Betoret y Víctor Campos. “Ninguno de ellos pagó nunca en efectivo”, declaró. Exactamente como mantiene desde hace casi tres años la Fiscalía Anticorrupción.
¿Quién saldaba finalmente esa cuenta?, le preguntaron las acusaciones. Calero, con los documentos a la vista y reconociendo su letra en algunas anotaciones, fue repasando transferencias y talones de Servimadrid, Diseño Asimétrico y Orange Market, tres de las empresas del Grupo Correa.
El turno de preguntas de la defensa del expresidente pretendió suavizar la versión, pero no lo consiguió. El letrado insistió en si, aparte de la relatada, vio en alguna otra ocasión a Camps en la tienda. La testigo estuvo a punto de volver a relatar el encuentro en la caja, pero el abogado le cortó. ¿Sabe si le pagó al señor Tomás?, le inquirió entonces. “Si le hubiera pagado, el señor Tomás hubiera venido a la caja a continuación a darme el dinero”, le contestó.
Tampoco sirvió de nada cuando le interrogó sobre los talones y transferencias de las empresas de la trama con las que se saldaron las deudas de Camps que la propia cajera tenía calculadas, hasta 2007, en 5.393,50 euros. “Yo recibía los talones e iba restando del global de la cuenta de Álvaro Pérez”, en las que se agrupaban todas las de la Comunidad Valenciana) y que eran de un total de 30.678,90 euros.
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