El Gobierno indulta al preso más antiguo de España
Desde 1976, Miguel Montes Neira acumuló más de 30 condenas por delitos menores
"No aparquéis en la puerta cuando vengáis [a buscarme a la cárcel] porque quiero andar dos o tres kilómetros para sentir la libertad". Estas han sido las primeras palabras del preso más antiguo de España, Miguel Montes Neira, al saber, esta mañana, que el Consejo de Ministros le ha concedido el indulto. La frase la ha revelado en su twitter el diputado del PP Nacho Uriarte, promotor dentro de su partido de esta decisión que ha tomado el Gabinete Zapatero en su última reunión. El indulto concedido es parcial, informa Efe, y se le ha concedido con la condición de que no volverá a delinquir en al menos los próximos cuatro años. De todos modos, la decisión no implica su excarcelación inmediata, pero fuentes del Gobierno en funciona confían en que salga pronto de prisión.
Montes Neira entró por primera vez en la cárcel en octubre de 1976, por desertar del Ejército. Y a partir de ahí, encadenó más de 30 condenas por delitos menores, pero de todo tipo: robo con violencia, detención ilegal, allanamiento de morada, falsificación de documentos públicos, tráfico de drogas, tenencia de armas, contra la seguridad de tráfico, desórdenes públicos... Está catalogado como el interno más antiguo de España. Montes tiene 61 años. El PP ha hecho causa de su indulto en la oposición.
Pero tras su historial hay un largo catálogo de delitos, también seis fugas, la última, en noviembre de 2009, aprovechando un permiso para asistir al velatorio de su madre.
Cada vez que Montes salió de la cárcel, por permisos o evasiones, cometió nuevos delitos y más graves. En mayo de 1994 salió en libertad condicional y en diciembre de 1996, con dos cómplices, retuvo a punta de pistola a dos joyeros a los que robó dinero y joyas tanto en su domicilio como en su taller.
El 1 de enero de 1997, junto a un cómplice, retuvo a un padre y su hija, haciéndose pasar por policía. Una vez en su vivienda, los amenazaron con armas para que abrieran la caja fuerte. No consumaron ese robo.
En agosto de 2003 se le concedió un permiso, del que no regresó. En el verano de 2006, junto a tres cómplices, amenazó y golpeó con una pistola a un hombre que regresaba a su casa. Al acudir la mujer al garaje, tras oír los gritos, fue agarrada por el cuello por los cómplices de Montes, que la amenazaron con cortar un dedo a su marido si no abría la caja fuerte. Tras sustraer dinero y joyas, dejaron al hombre maniatado y amenazaron a la mujer con matarlos si avisaba. Un mes más tarde, junto a cuatro cómplices, entraron en un domicilio haciéndose pasar otra vez por policía, maniataron y amordazaron a la persona que vivía allí y Montes lo golpeó en la cabeza con la pistola. En la huida de este robo fueron sorprendidos por la Guardia Civil. Él fue condenado a 13 años.
En la actualidad cumple condena por dos atracos y un robo con intimidación en la cárcel de Albolote (Granada). El Tribunal Supremo ordenó en noviembre devolver a la Audiencia de Granada su expediente para que se le aplicase la doctrina del Constitucional por la que el tiempo de prisión provisional computa doble durante el cumplimiento de una condena, de forma que las penas suelen reducirse sustancialmente. Se había calculado que saldría de prisión en 2021.Pero el ministro de Justicia en funciones, Francisco Caamaño, tenía previsto llevar este viernes al Consejo de Ministros los dos expedientes de Prisiones analizando el caso y favorables al indulto, como siempre que así se lo plantean técnicamente. La decisión a favor podría suponer su libertad pronto.
La familia de Montes —en una de sus fugas conoció a su mujer y tuvo dos hijas— anuló este miércoles, en previsión del indulto, una concentración el jueves ante el Ministerio de Justicia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.