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El PP se mueve ya en Europa para tratar de suavizar la posición de Merkel

Rajoy exigirá a Zapatero que logre que España esté en el ‘núcleo duro’ del euro

Carlos E. Cué
Mariano Rajoy, en la sede del PP, durante su reunión con el comisario de la UE Antonio Tajani.
Mariano Rajoy, en la sede del PP, durante su reunión con el comisario de la UE Antonio Tajani.ULY MARTÍN

La mayor crisis de la historia del euro ha coincidido con una particular situación política en España: un Gobierno en funciones, desautorizado por las urnas, y un presidente in pectore que ha logrado 186 diputados pero aún no tiene el poder efectivo, e insiste en que quiere respetar los plazos. Oficialmente, pues, el equipo de Mariano Rajoy —él no habla— insiste en que aún no gobierna. Sin embargo, en privado, el PP y su líder ya están moviendo varias piezas en Europa para intentar que este momento delicadísimo para el euro no acabe con decisiones en la cumbre europea del día 9 de diciembre perjudiciales para los intereses españoles.

Tanto Rajoy como algunos eurodiputados de su confianza, y el jefe de Gabinete y responsable de Exteriores del partido, Jorge Moragas, están multiplicando sus contactos desde la victoria electoral con un objetivo: mover todos los hilos a su alcance en Europa con sus enlaces a todos los niveles para intentar que en esa cumbre, en la que se prevé que se consolide la idea de la Europa a dos velocidades, España esté en la primera, como dijo Dolores de Cospedal el lunes por orden de Rajoy.

El principal encargado de esa estrategia es el propio Rajoy, que ayer se reunió con Antonio Tajani, uno de los siete vicepresidentes de la UE. El líder del PP ha tenido conversaciones relevantes en especial con la propia Angela Merkel, la clave de todo, y con François Fillon, primer ministro francés, o Mario Monti, su homólogo italiano, clave también porque su situación es aún más delicada que la española. También la tuvo con Nicolas Sarkozy, aunque este fue la noche electoral y más bien protocolaria. La conversación más de fondo parece haber sido la de Fillon.

Los eurodiputados del PP ya se están moviendo en Bruselas sobre todo en el entorno del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que es el encargado de preparar la cumbre.

La clave para el PP, según diversas fuentes consultadas, está en suavizar la posición de Merkel, muy opuesta a la compra masiva de deuda española e italiana por parte del BCE y la inyección de mayor liquidez al sistema. Para eso también se están haciendo gestiones a través de los contactos habituales con la CDU, una formación con la que el PP mantiene hace tiempo muchos lazos. El PP también confía en tener como aliado a Francia para rebajar las exigencias de Merkel. Los dirigentes consultados creen que finalmente se logrará suavizar la posición alemana porque ahí hay una confluencia de intereses tanto con Francia e Italia. También están convencidos de que Merkel se está quedando muy sola, sobre todo después del fracaso de la subasta de bonos alemanes de la semana pasada, y parece más cercana a ceder algo. Aún así, todo está en pleno movimiento en Bruselas y en todos los gobiernos clave y nadie tiene claro cómo acabará esta partida de ajedrez.

Los populares ven posible una alianza de intereses con Italia y Francia

El PP actúa por sus canales —los populares dominan casi toda Europa y Rajoy se prepara para una reunión clave del PPE en Marsella previa a la cumbre en la que muy probablemente se verá con Merkel y Sarkozy— pero también en sintonía con el Gobierno de Zapatero. Rajoy y el presidente en funciones ya han hablado mucho del asunto, la comunicación es fluida, y lo que está muy claro, insisten estas fuentes, es que Zapatero defenderá en esa cumbre, en la que representará a España, lo que Rajoy le diga que defienda. Esto es, que España debe estar en el núcleo duro del euro.

La estrategia, a la que sumarían los representantes de Rajoy, consistiría en ofrecer a Merkel garantías absolutas de que España va a cumplir el objetivo de bajar el déficit al 4,4% en 2012 y al 3% en 2013. Está encima de la mesa una reforma de los tratados, en la que se establecerían esas garantías de estabilidad fiscal con sanciones para los incumplidores e incluso la posibilidad de acudir al Tribunal Superior de Justicia de Estrasburgo contra quienes no respeten ese compromiso.

A cambio, Merkel debería aceptar la compra masiva de bonos por parte del BCE y otras fórmulas de ayuda a los países que cumplan sus compromisos. Rajoy intentará así que no coloquen a España en el grupo de los países rescatados y cree que lo logrará.

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