La debacle socialista alimenta la fragmentación del voto andaluz
Los partidos que no logran diputados multiplican por dos sus apoyos
Las llamadas a la concentración del voto útil, que durante la campaña electoral realizaron los candidatos socialistas para impedir la acumulación de poder del PP, no han sido precisamente exitosas, aunque a la vista de los resultados producidos el domingo en Andalucía, bien puede aventurarse que de nuevo formará parte de la estrategia del PSOE para las autonómicas. Y es que la debacle socialista ha propiciado la fragmentación del voto y ha alimentado a nuevas formaciones que, sin lograr representación parlamentaria, han sumado estimables cantidades de apoyos, como UPyD o Equo.
Los 19 partidos que no han obtenido representación parlamentaria han sumado 363.526 votos, más del doble de los que sumaron estas mismas formaciones hace cuatro años. Entonces tampoco logró representación parlamentaria IU, que ahora ha sumado dos diputados, y a la que se ha excluido de esta comparación.
En las elecciones de hace cuatro años, PSOE y PP consagraron el sistema bipartidista y acapararon en Andalucía más del 90% de los votos, aunque en aquella ocasión los socialistas aventajaron a los populares en 13,7 puntos. Ahora, los dos grandes partidos han bajado su cuota conjunta al 82,4% de las papeletas emitidas.
La mayor caída del PSOE coincide con la abstención más alta: Málaga y Cádiz
IU ha sido la principal beneficiada de esta merma, pues al lograr el 8,26% de los votos va a recuperar la representación andaluza en las Cortes que tuvo hasta hace ocho años y sentará a un diputado por Sevilla y otro por Málaga. Los 359.521 votos obtenidos ahora por IU son un 56% más que hace cuatro años.
Las tres formaciones con escaño suman ahora la misma fracción de la tarta electoral que hace cuatro años acapararon solos PSOE y PP. El voto a partidos extraparlamentarios se ha incrementado de forma notoria y especialmente llamativo es el caso de UPyD, el segundo partido con más nuevos votantes, que ha desbancado al PA como cuarta fuerza política en la comunidad autónoma, multiplicando por cinco sus apoyos de hace cuatro años.
La formación fundada por Rosa Díez ha logrado 207.517 votos, con unos porcentajes (4,7% en el conjunto de la comunidad) que le darían opción a disputar escaños en más de una provincia en el Parlamento andaluz. Hace cuatro años, UPyD no alcanzó el 1%, al obtener 40.558 apoyos.
En número de votos, UPyD es el segundo partido que más ha ascendido, al cosechar 166.949 nuevos votantes, más que IU, que ha incorporado a 129.186 papeletas.
Por detrás de UPyD se sitúa ahora el PA, que, pese a sus horas bajas, también incrementa sensiblemente sus sufragios respecto a las generales de hace cuatro años (11,9%), aunque los 76.852 recopilados apenas representan el 1,76%.
Por debajo de estos partidos hay otras 17 candidaturas que han conseguido votos, aunque no superan el umbral del 1%. El incremento de apoyo a estas formaciones marginales es de un 29%, muy superior por ejemplo a la proporción en que ha crecido el PP (15%). Estas 17 listas suman 79.157 papeletas, 18.133 más que hace cuatro años.
Entre todas ellas destaca la irrupción de Equo, el partido de corte ecologista que la primera vez que se ha presentado a unos comicios ha sumado en Andalucía 35.504 votos (0,8% del total), unos 20.000 más que los que logró en 2008 Los Verdes, formación integrada ahora en Equo.
Todos estos partidos minoritarios han sacado tajada de la hecatombe socialista. Las generales del 20-N pasarán a la historia como las primeras que ganó el PP en Andalucía, pero más que en el empuje propio, la explicación se encuentra en el derrumbe del PSOE, que ha restado 751.433 papeletas al registro de hace cuatro años (32% menos).
La sangría socialista se concentra principalmente en las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla, que sobrepasan la mitad de los votos perdidos, aunque en esta última la merma de 184.901 votos queda endulzada por ser la única circunscripción donde aún gana al PP.
En términos relativos, las provincias donde más apoyos pierde el PSOE son Cádiz y Málaga, por encima del 38% y el 36% respectivamente, con la curiosidad de que ambas han sido las que han registrado mayor índice de abstención.
La dimensión del desastre socialista hace deslucir el avance del PP, ciertamente más mesurado, pero un avance de 15 puntos en cuatro años es envidiable para cualquier partido. Los populares han recopilado en las urnas 260.267 papeletas más que en 2008, y si en las locales de hace seis meses ganaron por siete puntos de diferencia, ahora han estirado su ventaja en dos más.
Los datos parecen indicar que el partido de Arenas empieza a tocar su techo, pues es precisamente en las provincias donde vence con mayor ventaja donde crece menos, Almería, Málaga y Granada, aunque siempre por encima del 8%. Y, complementariamente, las provincias con resultado más ajustado, Jaén, Huelva y Sevilla, es donde más ha crecido, por encima del 20%.
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