Las palabras de Merkel sobre España
La canciller alemana alabó la reforma constitucional para limitar la deuda
Dos meses antes de que Mariano Rajoy visitara a Angela Merkel en Alemania, la canciller acudió a Madrid para un encuentro bilateral en el que solo tuvo buenas palabras.
“España va por muy buen camino”, dijo. “Y los mercados van a tomar buena nota de ello”, añadió antes de destacar las medidas adoptadas, que calificó de "importantes reformas y grandes logros" que han permitido cambiar el rumbo de la economía española hacia uno "más positivo", recalcó.
Aquello ocurrió en febrero y siete meses después, en septiembre, Angela Merkel volvía a tener buenas palabras para el Gobierno español, hasta el punto de alabar la propuesta de limitar constitucionalmente el déficit público de las Administraciones. Merkel dijo que la decisión de España era un “signo alentador” de que “cada vez más estados europeos han elegido el camino de la razón y quieren luchar contra los problemas en su origen”.
Pero las alabanzas duraron apenas un mes y el 22 octubre, la didigente alemana exigía a España mayores esfuerzos y nuevas reformas para reducir la deuda, justo un día antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en Bruselas. "España ha hecho mucho, pero tendrá que hacer probablemente más para recuperar la confianza de los mercados". Días después, Angela Merkel volvía a defender, ante el Bundestag, las reformas españolas, hasta el punto de ponerlas como ejemplo de la disciplina fiscal que a su juicio debe imperar a partir de ahora en la UE para prevenir nuevas crisis de deuda. "España, poco antes de las elecciones, ha cambiado su Constitución para introducir un freno a la deuda", dijo la canciller Merkel para obtener su respaldo de cara a la cumbre del Eurogrupo. "De este modo, estamos mejorando los procedimientos europeos", defendió.
En noviembre, la supuesta negociación de Alemania y Francia para la creación de un núcleo duro del euro y una Europa a dos velocidades provocó la primera crítica de Rajoy, aun sin nombrarlos, a sus socios del Partido Popular Europeo. “Seguimos apostando por una Europa fuerte tal y como está diseñada en estos momentos”, dijo en una clara respuesta a la intención de los mandatarios.
Hace unos días, con la crisis amenazando con el hundimiento de Europa, Merkel se volvía a referir a España, aunque lo hizo en una comparecencia estrictamente política, en el congreso de la Unión Cristianodemócrata (CDU). En ella, la canciller pidió a los alemanes disposición a las reformas “en tiempos de cambio de época”, en los que Europa atraviesa “su hora más difícil desde la II Guerra Mundial” y proclamó que en una Europa unida "las preocupaciones griegas son también holandesas, las preocupaciones españolas son también alemanas”.
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