Lorca vota para que llegue la ayuda

Son los más desfavorecidos de todos los damnificados por el terremoto de Lorca, sin contar los nueve fallecidos que provocó el temblor de 4,6 grados que sufrió este municipio murciano el pasado 11 de mayo. Las 13 familias del barrio de San Fernando, cuyos bloques tuvieron que ser demolidos por sus daños estructurales insalvables, mejoraron algo su calidad de vida el pasado octubre. Tras cinco meses en tiendas de campaña montadas en plena calle, Cruz Roja los realojó en este poblado de casas prefabricadas de 40 metros cuadrados con luz, agua corriente y aire acondicionado, a las afueras de la ciudad.

En una de ellas vive Francisco Moreno con su mujer y sus dos hijos. Son las dos de la tarde y este exvendedor de la ONCE, ahora en paro, dedica el mediodía de la jornada electoral a preparar una paella a la que están invitados sus padres, sus hermanos y los hijos de estos. En medio de esta reunión familiar surge la obsesión de los últimos meses. “¿Cuándo van a reconstruir nuestros pisos?”, se pregunta Francisco. “¿Cómo los van a reconstruir, si no han llegado las ayudas?”, responde uno de los invitados. “Nos prometieron un montón de dinero, pero ¿dónde está?”. “El Gobierno no ha hecho nada”, añade su hermana Remedios. “Yo lo tengo claro”, añade. “Dejad de pensar en los de la rosa. Hay que votar al PP”.

Seis meses después del seísmo, el Estado sigue teniendo cuentas pendientes con Lorca. Y sus habitantes las recuerdan a la hora de votar. 260 inmuebles han sido demolidos y se discute si otros 139 seguirán el mismo camino. Las viviendas afectadas por la catástrofe fueron 20.000, de las que 1.164 han sido destruidas. Centenares de familias siguen desplazadas en casas de campo o de otros familiares, o en pisos que han tenido que alquilar mientras se arreglan los desperfectos de los suyos, lo que ha causado dificultades a la Junta Electoral para citar a los integrantes de las mesas. El barrio de la Viña, el más afectado, es hoy un tablero de ajedrez en el que se mezclan, casi a partes iguales, los edificios que quedaron en pie y los solares de los derribados. Y las ayudas, prometidas a bombo y platillo por los políticos en esos días trágicos, no terminan de llegar.

“El retraso es exagerado”, explica el candidato del PSOE a la alcaldía, Manuel Soler, derrotado por Francisco Jódar (PP) en las municipales del 22 de mayo y que hoy actúa como interventor en el colegio electoral Pérez de Hita, el de la Viña. “Los que tenían sus casas aseguradas han empezado a cobrar del Consorcio de Compensación de Seguros, que ya ha desembolsado 300 millones de euros”, añade el concejal.

El problema está en los que no tienen seguro, que dependen directamente de las ayudas, unas 14.000 personas, según Soler. El Gobierno y el Ejecutivo murciano prometieron entregar hasta 106.000 euros a los que hubieran perdido sus viviendas y hasta 24.000 para reparar las dañadas. “Pero hasta el momento no se ha cobrado ni un 5% de lo prometido y solo se ha resuelto un 20% de las solicitudes”, continúa Soler, que recuerda que son las comunidades de vecinos las que tienen que acometer la reconstrucción. “En ellas conviven los que ya han cobrado del Consorcio y los que dependen de las ayudas, que en su mayoría no han recibido el dinero. Así que, ¿quién levanta el edificio? La gente prefiere esperar”.

Esa es, precisamente, la situación del matrimonio formado por Eulalia Cano y José Gilberte. Tras depositar su voto cuentan cómo ellos y sus 87 vecinos han perdido sus pisos. Desde el terremoto se alojan en su casa de campo de la pedanía de Zúñiga, que comparten con otras tres familias. Su vivienda no estaba asegurada y hasta el momento no han cobrado “nada de nada”. “No sabemos cuándo volveremos a nuestra casa ni lo que nos van a dar. Los políticos vinieron a sacarse la foto, pero ahora, ¿quién nos soluciona esta papeleta?”, dice Eulalia.

En esta tesitura, Soler no augura buenas perspectivas para su partido. Jódar, el regidor del PP, no ha dejado de señalar durante toda la campaña al Gobierno como responsable de estas penurias, aunque las ayudas también dependen del Gobierno regional de Ramón Luis Valcárcel (PP). “Veremos si el alcalde hace lo mismo ahora que vienen los suyos”, concluye el concejal socialista.