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La suerte está echada

Todo parece estar decidido en el final de campaña aunque algunos piensan que los dados están cargados

Ramón Muñoz
Los indignados han vuelto a llamar a tomar las plazas como las de la Puerta del Sol, en Madrid.
Los indignados han vuelto a llamar a tomar las plazas como las de la Puerta del Sol, en Madrid.EUROPA PRESS

Estas elecciones se parecen mucho a la Liga de fútbol. Salvo el resultado de los clásicos entre Real Madrid y Barcelona, el único interés es saber cuántos hat-trick meten Messi o Ronaldo, la parida chulesca de Mourinho o los elogios relamidos de Guardiola a todo lo que se mueve. En los comicios ya se ha despejado la principal incógnita –el triunfo del PP sobre el PSOE- y quedan pocos alicientes para seguir la jornada electoral salvo algunas cuestiones menores: el tamaño de la goleada de los populares, si echarán al míster del PSOE tras la derrota o quien se clasificará para la Champions de entre el resto de comparsas (UPyD, IU o Equo).

La suerte está echada. Aunque algunos creen que los dados están cargados en favor del bipartidismo. Eso es lo que piensa el movimiento 15-M que ha vuelto a demostrar su capacidad de reclutamiento en la Red. Las dos etiquetas creadas a su amparo -#cambialeslacara y #mivotoesmio- se han llenado de mensajes pidiendo que se dé la espalda a los dos grandes partidos en pago a sus felonías (reforma ley electoral, recortes sociales, ayudas a los bancos, defensa de los privilegios de los políticos…)

Cartel simbólico de la iniciativa #votoenbanco surgida en Internet.
Cartel simbólico de la iniciativa #votoenbanco surgida en Internet.

Los indignados no quieren quedarse solo en modo protesta como en las anteriores elecciones municipales de las que surgió el movimiento. Esta vez han puesto en marcha AritmEtica20N, una curiosa iniciativa que pide el voto al partido más fuerte que no sea PP, PSOE o CiU en cada circunscripción. El objetivo es arrancarle ese último escaño a los partidos mayoritarios, agrupando todos los votos a terceras formaciones, independientemente de la simpatía ideológica que despierten en el votante. “No se trata de votar al partido que nos desagrada menos o que nos gusta un poco, sino de utilizarlos para que se peleen entre ellos. Divide y vencerás”, dicen en su web.

Se trata "votar útil votando a un inútil", una estrategia electoral de los que entienden que "si votar fuera tan importante, tampoco nos dejarían votar". Los indignados han vuelto a las plazas. En la Puerta del Sol han convocado una vigilia, en una versión laica de la de los jóvenes del 15-J, salvo que ellos no tienen por ahora ningún Papa que dirija sus oraciones.

A la vista de los últimos acontecimientos en Grecia e Italia, donde los gobiernos elegidos por las urnas han sido sustituidos por los tecnócratas, los más realistas se han agrupado para pedir el #votoenbanco. “El voto en banco es el único que nos permite escoger a nuestros futuros amos de forma directa, sin trampa ni cartón”. Piden simbólicamente que los bancos habiliten los cajeros automáticos para ejercer el voto. Puede parecer descabellado pero desde luego mucho menos de que los contribuyentes asuman con sus impuestos el reflote de cajas y bancos, tapando los agujeros que dejan sus gestores, recompensados con indemnizaciones millonarias.

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Mensaje de la cuenta oficial de Tiwtter de la campaña de Rubalcaba.
Mensaje de la cuenta oficial de Tiwtter de la campaña de Rubalcaba.

En los vestuarios de los grandes, los socialistas tratan de que no se les descomponga el maquillaje y animan a sus huestes. “El PSOE es un gran partido. Los que anuncian hecatombes se van a columpiar”, les arenga en su Twitter Elena Valenciano.Los de Rubalcaba han creado la etiqueta #StoPP (¿lo cogen?) para denunciar los planes de recortes del PP que dan por seguros y se ponen chistosos. “Rajoy hace 4 años intentó llegar a La Moncloa de la mano de una niña y ahora lo quiere hacer de la mano de una prima... ¡cómo es!”, Lo malo es que la prima de riesgo ha crecido en esos cuatro años en el patio trasero de La Moncloa, sin que nadie la metiera en vereda cuando hacía sus trastadas.

En el PP están exultantes. Recuerdan que faltan solo #2diasparaelcambio, un cambio que nos libre de este “nefasto Gobierno” y nos lleve a una tierra de promisión y empleo. Aunque algunos temen que el cambio pueda derivar en cambiazo.

La suerte está echada. Ahora solo falta que el 20-N se levanten de sus camas y sofás y vayan a votar (si quieren).

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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