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FRANCISCO JORQUERA | Candidato del BNG al Congreso por A Coruña

“Con mayoría absoluta, el PP aplicará un programa extremista de derechas”

"Las elecciones se presentan como presidenciales, como si hubiese un sistema de turnos natural"

El candidato del BNG al Congreso por A Coruña.
El candidato del BNG al Congreso por A Coruña.ÓSCAR CORRAL

Con voz ronca encara Francisco Jorquera (Ferrol, 1961) el final de una campaña electoral en la que el BNG ha reforzado el carácter izquierdista de su discurso. A la luz de las encuestas, los nacionalistas se juegan uno de los dos escaños el domingo.

Pregunta. ¿Cómo ve el tono general de la campaña?

Respuesta. La asistencia a los actos del BNG está siendo muy buena y percibimos una gran receptividad de nuestros mensajes. Aspiramos a de que esto tenga reflejo electoral. Y en general, Rubalcaba promete que si es presidente del Gobierno hará lo contrario de lo que ha hecho como miembro del Gobierno y Rajoy oculta sus propuestas programáticas. Pero la campaña está quedando en un segundo plano por las noticias económicas.

P. Sintetice la propuesta electoral del Bloque.

R. Aseguramos la defensa de los intereses de Galicia en Madrid, y en Galicia aseguramos un cambio real, de izquierdas, frente a las políticas económicas imperantes, de la derecha económica.

P. ¿Están consiguiendo romper el fortín de PSOE y PP?

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R. Pensamos que sí, pero habrá que esperar a que se pronuncien los electores. Existe un gran descontento social respecto a políticas económicas ineficaces para salir de la crisis e injustas en los social. Y existe descontento porque estas políticas se dictan en ámbitos que no emanan de la voluntad democrática de los ciudadanos y tienen más en cuenta las exigencias de los grandes especuladores que las necesidades de las personas. La sociedad gallega percibe al BNG como una fuerza útil para conseguir un cambio.

P. ¿Por qué una crisis con origen en las políticas de derechas desemboca en más derecha?

R. El BNG trabaja para que eso no sea así. Somos un dique en Galicia contra una hipotética mayoría absoluta del PP. Consideramos que solo puede servir de freno al PP quien realmente defendió, desde el principio de esta crisis, políticas diferentes. ¿Por qué sucede esa contradicción? Porque son elecciones al Congreso que se presentan como presidenciales, como si hubiese un sistema de turnos natural. Y muchos electores de izquierdas se han sentido desconcertados porque un Gobierno sustentado en un partido que pertenece a una tradición de izquierdas implementase políticas de derechas. El debate público, además, distorsiona las causas de la crisis.

Aseguramos la defensa de los intereses de Galicia en Madrid

P. Además de factores exógenos, ¿la izquierda debe hacer autocrítica de como ha enfrentado la crisis?

R. Todas las fuerzas políticas deben hacer un ejercicio permanente de correcciones y el diálogo con la sociedad debe llevarnos a la actualización. No obstante, desde el origen de esta crisis, el BNG ha propuesto alternativas que atacan las causas reales. Y ha advertido de que las soluciones europeas, del Gobierno central y de la Xunta no solo son injustas socialmente, sino contraproducentes. Por supuesto, no somos infalibles, pero el BNG acertó en el diagnóstico de esta crisis.

P. La precampaña comenzó para el BNG con la dimisión de Fernando Blanco [acusado por un empresario de cobrar comisiones ilegales].

R. Esa dimisión fue una decisión personal ante una situación de indefensión, porque no tenía acceso al sumario. Las filtraciones periodísticas ponían en duda su honorabilidad y él quería estar en mejor situación de defenderse y no dañar la imagen del BNG. Su comportamiento ha sido ejemplarizante de como debe actuar un cargo público, por mucho que estamos convencidos de su inocencia.

P. ¿No es un precedente peligroso para la presunción de inocencia dimitir sin haber acusación en firme ni imputación?

R. Es una decisión personal que obedece a sentirse indefenso y a pensar que al renunciar a su condición de aforado podría acceder al sumario. El BNG lo respeta.

P. En esta campaña, el Bloque ha girado a la izquierda, refuerza ese vector.

R. Antes de hablar de giro, yo me remitiría a la práctica política en el Congreso. Todo nuestro programa está avalado por esa práctica, en forma de iniciativas parlamentarias. ¿Qué sucede? La crisis domina el debate público y las respuestas que se están dando amenazan la existencia del estado del bienestar. La toma de posición sobre esos aspectos es más perentoria que nunca, pero no hubo giro ni corrección de la línea política.

P. Pero la reivindicación nacional queda en segundo plano.

Las propuestas de CiU para salir de esta crisis y lo que aplican en Cataluña están en las antípodas de lo que el BNG defiende

R. Son ejes complementarios. Por ejemplo, en esta crisis, para Galicia es vital que se superen las limitaciones que impiden el desarrollo de sectores básicos de nuestra economía y generar así empleo. O que el ahorro de los gallegos no emigre. Cuando las decisiones se toman en ámbitos cada vez más alejados, que escapan a la voluntad ciudadana, reforzar el autogobierno y las instituciones más próximas es fundamental.

P. ¿No tiene que ver el temor al ascenso de Izquierda Unida?

R. El BNG no se mueve por temores. Lo que explicita son sus aspiraciones y que la fuerza más útil es el BNG. ¿Sobre otras opciones de izquierda? El BNG es más útil para la defensa de los intereses de Galicia en un contexto donde habrá más presencia de fuerzas territoriales en el Congreso. Y en Galicia los datos evidencian que solo el Bloque pueden romper un bipartidismo que degrada la vida política y democrática.

P. ¿Están capitalizando el descontento de la base socialista?

R. Emitimos nuestro mensaje para el conjunto de la sociedad, porque entendemos que es útil para los intereses de la mayoría de la sociedad y aspiramos que voten al BNG todas aquellas personas con sentimiento galleguista y también todas las personas progresistas que consideren necesario un cambio hacia la izquierda.

P. ¿Qué escenario prefiere el BNG, una izquierda fuerte en el Congreso y mayoría absoluta del PP, o mayoría relativa del PP y menos fuerza de la izquierda?

R. No es incompatible. Nosotros desde luego aspiramos a que el PP no obtenga mayoría absoluta y también somo una opción útil para evitarla. Consideraríamos muy peligrosa del PP porque la experiencia demuestra, ahí está el período Aznar, que derivan en un uso prepotente del poder, en una falta de respeto a las formas democráticas y al pluralismo. Además, se daría una acumulación de poder en un solo partido sin precedentes en la democracia y el PP estaría muy presionado para aplicar un programa extremo de derechas. Basta observar las propuestas de la CEOE. Y no habría elementos de equilibrio.

P. ¿Como augura que será la oposición al próximo Gobierno?

R. Ante una situación como la que vivimos, con la crisis aprovechada por los poderes económicos para aplicar su programa de máximos y reducir un estado de bienestar que en el Estado español ya tenía una dimensión menor que en su entorno. En ese contexto, es importante combinar los dos aspectos: que la sociedad se movilice y proteste y que participe políticamente para modificar ese estado de cosas. Y va a haber mucha contestación social y eso es positivo.

P. ¿Como son las relaciones con sus otrora socios de CiU tras las decisiones de Artur Mas?

R. Están total y absolutamente congeladas. Las propuestas de CiU para salir de esta crisis y lo que aplican en Cataluña están en las antípodas de lo que el BNG defiende.

P. ¿El movimiento indignado ha colocado cuestiones en el debate de esta campaña?

R. Tenemos un enorme respeto por el movimiento, que expresa un malestar real y justificado. Y es importante que exista reacción social. Ellos han puesto sobre la mesa propuestas y críticas que coinciden con lo que nosostros hemos defendido desde hace años. Toda fuerza política debe aprender de la sociedad y a este movimiento hay que escucharlo, pero es evidente que muchas de sus reivindicaciones coinciden con el BNG.

P. Tal vez haya contribuido a amplificarlas.

R. Sí, pero no tanto por responsabilidad del movimiento como por determinadas interpretaciones desde el poder: se intentó crear la sensación de que las reivindicaciones del 15-M no tenían quien las sustentase políticamente y eso objetivamente no es cierto. El Bloque, por ejemplo, ha reclamado desde el inicio de la crisis una banca pública, una reforma fiscal que grave más las grandes fortunas, la dación en pago o la supresión de las diputaciones.

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