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“Se acabó el cheque en blanco”

Democracia Real Ya defiende el derecho a voto permanente a través de Internet Según el sistema propuesto, cada 100.000 sufragios en la red equivaldrían a un escaño

Francisco Jurado, uno de los fundadores de Democracia Real Ya, explica el funcionamiento de la Democracia 4.0 para fomentar el peso de la participación ciudadana en política.
Raúl Limón

La propuesta tiene una lógica aplastante. Si existen los medios tecnológicos para permitir la participación permanente de los ciudadanos y la Constitución obliga a los poderes públicos a promoverla, ¿por qué solo pueden votar cada cuatro años? Si ya hay precedentes prácticos, como la tributación telemática, y legislativos, como la posibilidad de los diputados de votar sin necesidad de estar en los parlamentos, ¿qué impide mantener una cámara abierta de forma permanente a los electores? Con estas premisas técnicas y legales y para responder a estas dos preguntas ha nacido Democracia 4.0, una iniciativa a la que se ha sumado Democracia Real Ya y que no pretende más, ni menos, que establecer un mecanismo para que todos aquellos con derecho a voto puedan ejercerlo a través de Internet cada vez que quieran.

Francisco Jurado es un licenciado en Derecho de 28 años con un máster en pensamiento político y miembro del Laboratorio de Ideas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. También es uno de los fundadores de Democracia Real Ya y promotor de la iniciativa que pretende “recuperar la cuota de soberanía” que se cede a nuestros representantes.

Si una ley recibe 3,5 millones de votos, equivaldrían a 35 escaños y los 350 del Congreso perderían un 10% de su valor

No se trata de suprimir o eliminar a los diputados, que seguirían ejerciendo la iniciativa legislativa y asumiendo la representación de los ciudadanos que no quisieran ejercer su derecho a voto a través de Internet. El sistema, reflejado en un simulador de la página demo4punto0.net, supone que 100.000 votos telemáticos equivalen a un escaño y que el valor de los asientos restantes se reduce de forma proporcional a los sufragios electrónicos. Un ejemplo: si una ley recibe 3,5 millones de votos, equivaldrían a 35 escaños y los 350 del Congreso perderían un 10% de su valor.

La propuesta, presentada en el Congreso y propagada también a través de la cuenta de twitter @demo4punto0, cuenta ya con 2.000 seguidores y la web ha recibido 100.000 visitas en dos semanas. Ha sido copiada, traducida y difundida en Alemania y han recibido apoyos y demandas de información de Chile, Colombia, Bélgica, Italia y Francia.

Jurado afirma que su propuesta debería ser asumida también por los partidos y dejar que sean los ciudadanos quienes elijan a los integrantes de las listas. “Se acabó el cheque en blanco. El representante tiene que estar al servicio del representado”, insiste.

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Tiene respuestas para casi todas las pegas. Afirma que principios básicos, como el rechazo a la pena de muerte, no podrían ser alterados salvo por una mayoría tan elevada de electores que evidenciaría no un problema del sistema de voto sino de la sociedad.

También cree que su propuesta es imparable por “imperativo técnico”, que quiere decir que el avance tecnológico es tan general y evidente que será más difícil pararlo que sumarse a él.

Defiende que Internet debe ser gratuito y que los poderes públicos deben asegurarse que el acceso a la red sea universal, por lo que, con campañas de alfabetización y pedagogía digital, se eliminaría la brecha digital, la exclusión de aquellos que no sepan utilizar las nuevas tecnologías.

Finalmente, añade que cualquier cambio fundamental puede ser simultáneo a su puesta en práctica, por lo que no hay razones para implantar ya un sistema democrático deliberativo, asambleario, líquido o 4.0, como el que él defiende.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

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