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Dos mítines con mucho morbo

González apoyó en Córdoba a Aguilar y Chaves compartió atril con Griñán

Felipe González y Rosa Aguilar, hoy en un acto conjunto del PSOE en Córdoba.
Felipe González y Rosa Aguilar, hoy en un acto conjunto del PSOE en Córdoba.F. J. VARGAS

Los dos actos en los que participó ayer en Andalucía Felipe González eran mítines con morbo. El expresidente del Gobierno bajó del AVE en Córdoba a las 13.17 horas —“¡guapo!”, le piropeó una señora cuando subía por la rampa— para participar en un almuerzo, a 25 euros el cubierto, con representantes de varios colectivos de esta provincia. Venía a apoyar a la número uno del PSOE al Congreso por Córdoba, Rosa Aguilar, a la que la exministra Carmen Calvo no le perdona que fuese “a sangre y fuego” contra su partido durante su militancia en IU.

Aguilar era, a principios de los años noventa, portavoz de IU en el Congreso y fue una de las voces más duras contra el Gobierno que presidía González. En esa época los casos de corrupción y del GAL tenían acorralado al Ejecutivo socialista. Aguilar se sumó al titular mediático, como ella ha reconocido en alguna ocasión, de que González tenía las manos manchadas de sangre por los GAL. En una entrevista a este periódico después de abandonar IU y fichar como consejera del Gobierno andaluz aseguró que le pediría disculpas. Si lo ha hecho o no forma parte del ámbito privado, aunque cuando ayer compartió primer plato (garbanzos con langostinos) y segundo plato (jarrete de ternera) con González no se apreciaba ninguna tensión.

“Para no perder mucho tiempo en estas cosas, tengo que decir que ni siquiera pienso en encuentros o desencuentros. Me siento a gusto, vengo a apoyar a Rubalcaba y a Rosa Aguilar lo hago con pleno convencimiento. Lo demás tiene más morbo, pero no hay nada que decir”, explicó líder socialista cuando se le preguntó “si son amigos o no”.

La pregunta iba también dirigida a la exalcaldesa de Córdoba: “El encuentro ha sido extraordinario y estoy igual de a gusto que Felipe estando los dos juntos”.

González se refirió de pasada al debate entre Mariano Rajoy y Rubalcaba. Criticó que el líder popular se dedicara a leer sus repuestas. “Rubalcaba no lo hizo en ningún momento. En el debate no había manera de que hubiera una interrelación y Rajoy leía uno y otro papel”, destacó González. Pero este de lo que se quejó es de que no se abordara la crisis europea en el debate. A González se le ve muy irritado con la falta de liderazgo europeo y con que “no haya nadie en la sala de máquinas de Europa pensando por el interés europeo que es distinto del interés alemán, francés o español”. Él mismo advirtió que este asunto no forma parte de la campaña electoral, como tampoco el hablar de la necesidad de aumentar la competitividad, la productividad y la “impecabilidad” de las exportaciones. “Perdonen que hable de esta cosas en campaña”, se medio disculpó, “pero si no hay Europa nos tomarán por el pito de un sereno”.

Horas después, González participó en un mitin en Cádiz, donde el reparto de elogios entre dirigentes socialistas continuó. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y su antecesor en el cargo y número uno de la lista del PSOE al Congreso por la provincia gaditana, se dedicaron medidos piropos, en su primer mitin juntos en la campaña. “Me siento orgulloso de Griñán porque es el garantista de las políticas sociales de Andalucía”, le dijo Chaves. “Siempre deseé tener un jefe como Manuel Chaves”, le devolvió. Ambos fueron más prolijos en buenas palabras hacia Felipe González.

Las intervenciones de Chaves y Griñán se centraron en tratar de desenmascarar al popular Javier Arenas, quien tachó los encuentros que están protagonizando ambos dirigentes políticos con Felipe González de retratos del pasado, el “parque jurásico” de la política. "Lo dice quien se presentó hace 33 años por la UCD", aseguró Griñán enseñando la lista electoral.

Fue un mitin marcado por las movilizaciones en el exterior de empleados y políticos de Barbate y La Línea, municipios con severos problemas económicos. Su protesta no caló en los oradores, que centraron sus discursos en defender las políticas sociales desarrolladas por Andalucía. “Pepe, tienes una consejera, Micaela Navarro, que es la que más ha luchado por la igualdad y fue la impulsora de la ley contra la violencia de género. Eso es luchar”, sostuvo Chaves. “Con sanidad y educación, se construye país. Y el PSOE lo ha hecho”, subrayó Griñán. Los dos dirigentes andaluces protagonizaron discursos con tonos diferentes. Chaves estuvo exultante y terminó coreando con el público el grito de “este partido lo vamos a ganar”. Griñán estuvo más explicativo. Trató de convencer de que el paro no ha sido culpa de la gestión socialista sino de la crisis.

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