La Cámara vasca se divide en torno a las víctimas antes del Día de la Memoria
Unanimidad para condenar las amenazas de muerte contra ediles de Bildu
Nuevos tiempos, viejas divisiones. El Parlamento vasco reeditó ayer, durante el pleno ordinario previo al inicio de una campaña electoral que estuvo muy presente, sus dificultades para lograr consensos en materias relacionadas con las víctimas, debido a una propuesta del PP que tenía como intención ensalzar la sentencia del Tribunal Supremo de abril que da su visto bueno a considerar los símbolos y las imágenes de presos como apología del terrorismo. La iniciativa buscaba, además, renovar el compromiso hacia las víctimas.
El texto finalmente aprobado, pactado por PSE y PP, se centra en mostrar su “satisfacción por los significativos avances” en esta legislatura en la lucha contra esta simbología, al tiempo que reafirma su compromiso con las víctimas y ensalza el acuerdo entre ambos socios preferentes en esta materia.
Esta última idea fue el principal motivo de desacuerdo, una división que el Parlamento superó apenas dos horas después, al aprobar a una sola voz una resolución en la que condena las amenazas de muerte que han recibido cargos municipales de Bildu —la alcaldesa de Andoain, el primer edil de Lasarte, el exalcalde de Azpeitia y el teniente de alcalde de Oñati—: la Cámara condenó “enérgicamente” este hecho por medio de un acuerdo entre EA y PSE, y exigió la desaparición de “cualquier tipo de amenaza que aún pueda producirse en el seno de la sociedad”.
Loza: “morir al manipular una bomba es como mucho un accidente de trabajo”
Tanto Aralar como EB se mostraron muy críticos con los impulsores del primer acuerdo por su afán de “dividir la Cámara en dos” horas antes de que comenzara la campaña electoral para el 20-N. La división tuvo lugar en un momento en el que siguen los contactos para lograr un acuerdo para celebrar el Día de la Memoria de la semana que viene. Aintzane Ezenarro censuró que se diera la “imagen contraria” a la realidad del Parlamento en su día a día y dió un tirón de orejas al socialista Jesús Loza por entrar al trapo de la iniciativa del PP.
Loza explicó su razón: el PSE quiso con este debate reafirmar el compromiso hacia los afectados por la violencia etarra debido a las declaraciones que han seguido al cese de la violencia. “El comunicado mismo de la banda es un insulto a las víctimas”, señaló, y se reafirmó en su negativa a equiparar víctimas criticando que desde la izquierda abertzale se pretenda añadir al listado de víctimas de toda violencia a un etarra que murió al manipular una bomba. Tras señalar que esta pretensión es un insulto para todas las víctimas, Loza dijo desde la tribuna que “como mucho podemos hablar de un accidente de trabajo”, pero no de una víctima de la violencia. Loza aseguró que el fanatismo ”ha arraigado” y Carlos Urquijo (PP) manifestó que “hay que estar más vigilantes que nunca”.
El PNV rechazó apoyar el acuerdo entre socios porque ensalzaba esta unión, según el jeltzale Iñigo Iturrate, que censuró la falta de interés de los socialistas para llegar a un acuerdo.
El debate cambió a la hora de condenar las amenazas a los representantes públicos de Bildu. El Parlamento censuró las cartas por unanimidad. Eso sí, en medio de reproches sobre el punto anterior y de críticas de PNV, PSE, PP y UPyD a la izquierda abertzale por no reconocer a quienes han sufrido coacciones y la violencia de ETA. El impulsor de la iniciativa, Juanjo Agirrezabala (EA), se congratuló de este “paso importante”.
La deuda con Gesto
"A los del lazo, navajazo". Muy pocos se acuerdan ya de los insultos, agresiones, del peso del lazo azul en la solapa, del coste de reivindicar la paz cuando la mayoría de la sociedad obviaba la violencia de ETA y de la agresividad de su entorno. Quizás por todo ello el lehendakari, Patxi López, rindió ayer homenaje a los miembros de Gesto por la Paz: "Nadie puede declarar con más autoridad que vosotros: Lortu dugu; lo hemos conseguido", les dijo, según un comunicado del Ejecutivo, en el transcurso de la reunión que mantuvo con dos de sus representantes (Fabian Laespada y Jesús Herreros) en Lehendakaritza.
López se entrevistó con ambos dentro de la ronda de contactos que está manteniendo tras el comunicado de ETA en el que anunció el cese definitivo del terrorismo. En la cita les trasladó que la sociedad vasca tiene contraída con la coordinadora pacifista una enorme deuda que es de justicia reconocer, “sobre todo cuando tantas prisas hay en algunos para pasar la página de lo que nos ha sucedido, queriendo así borrar responsabilidades y recuerdos del horror”.
El lehendakari les recordó que "su silencio militante fue un grito clamoroso contra la intolerancia; un acto de rebeldía que rescató la dignidad de la ciudadanía secuestrada por el terror y marcó el comienzo del rearme moral contra la violencia".
Gesto le pidió que haga un esfuerzo por mantener la unidad de acción de los partidos para gestionar mejor el nuevo tiempo sin violencia.
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