TT, aunque sea a gorrazos
El Partido Popular se felicita del éxito de su iniciativa #sumatealcambio, aupado por los 'troles'
El éxito en Internet se mide en pinchazos y seguidores. Y como por ahora estos salen gratis, vale todo con tal de hacerse con el podio. La fama en Twitter se llama Trending Topics (TT), que vendría a ser un “de lo que todo el mundo habla” remasterizado. Desde España, cuesta mucho hacerse un hueco en este universo anglosajón, salvo que seas una estrella del rock, del fútbol o de la farándula, que siempre encuentran altavoces para sus paridas. Pero el PP con su campaña #sumatealcambio lo ha logrado.
Y no por méritos propios, precisamente. Los mensajes de los incondicionales y de los que viven del partido no daban para mucho. Han sido sus troles los que han aupado con sus mofas y sus críticas al lema del PP. Las hay de todos los colores. Las ideológicas, demasiado obvias, son las más comunes. Y van en esta línea trillada: “Porque soy antiabortista, homófobo, xenófobo, rico, empresario, español de los de verdad y católico. Por esto y más, #sumatealcambio” (@ericplaza).
Las hay también más personales, identificando al enemigo. Como @Carmen_SV “Se abre el telón y se ve a Esperanza Aguirre. Se privatiza el telón. #sumatealcambio” O las ingeniosas . “Se acabó el no llevar suelto para la máquina #sumatealcambio” (@mejillonsuicida). Unas y otras han contado en el ránking y han permitido que el eslogan elegido por el PP le dé una verdadera zurra a los de sus rivales, #peleaporloquequieres (PSOE) y #Rebélate (IU), que han pasado desapercibidos en las redes.
Al PP, lejos de escocerle este éxito a base de escarnios, le regocija y no duda en dar las gracias a sus fustigadores. “#sumatealcambio ha sido TT mundial. ¡Gracias a todos!” decía en su página oficial @ppopular. En los foros se da por hecho que esta reacción y otros deslices sonados son fruto del candor o la impericia de los responsables de la campaña del PP en las redes sociales, un medio nuevo cuyas tramas aún no manejan.
Algunos llegan incluso al extremo de comparar las meteduras del PP con la de los reyes del gazapo en Twitter como el ínclito Alejandro Sanz. Esta misma semana el cantante volvía por sus fueros al confundir a Marta del Castillo, la joven desaparecida en 2009 y presuntamente asesinada, con la atleta Marta Domínguez. Y a los que le pedían un mensaje de consuelo para la familia de la primera les consoló con: “Qué manía tenemos de juzgar antes de que lo hagan los jueces. Marta es inocente hasta que un juez diga lo contrario”, en alusión a las acusaciones de dopaje que sufrió la atleta y candidata del PP al Senado, y de las que ha resultado absuelta.
Mi teoría, completamente espúrea y sin prueba fehaciente para su sostén, es justo la contraria. Los que mueven los Twitter del PP y de Sanz, lejos de ser unos insensatos inexpertos, son unos ladinos que mueven las redes sociales a su antojo. Consiguen con sus errores intencionados hacerse notar, y no caer en el olvido digital, al que estarían condenados por su actividad profesional. ¿Alguien se acuerda del último álbum de Sanz? ¿Y de la última promesa electoral del PP? Pues eso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.