La policía no desaloja el hotel de Madrid

Dos edificios ocupados, uno en Madrid y el otro en Barcelona, permanecen hoy lunes como herencia de la gran movilización que el sábado sacó a la calle a decenas de miles de personas convocadas por el Movimiento 15-M. El de la capital es un antiguo hotel, de nombre Madrid, situado en el número 10 de la calle Carretas, cerca de la Puerta del Sol, a donde ha acudido esta mañana un representante de los propietarios junto con cinco o seis policías, que han decidido no desalojarlo por la fuerza. Los indignados, unos 40, entre ellos una anciana y un bebé, ni les han abierto ni les han dejado entrar. Está abandonado desde hace varios años y sus dueños, el grupo inmobiliario Monteverde, en concurso de acreedores.

Los agentes y el representante, un arquitecto de nombre Pablo Heredia, han hecho acto de presencia sobre las 10.45 en la puerta del inmueble, de cinco plantas, con cafetería, sala de juegos, sótano y azotea,  y se ha corrido el rumor de que se iba a producir el desalojo, por lo que unas 200 personas han acudido en apoyo de los encerrados. Con gritos de "la nueva casa del pueblo", los concentrados han observado desde el otro lado de la calle a los policías, que han llamado a la puerta y han tratado de convencer a los okupas de que depusieran su actitud y salieran por su propio pie. No lo han logrado. Aunque la policía puede llevar a cabo un desalojo sin autorización judicial durante las primeras 48 horas, los agentes han concluido que era mejor no hacerlo.

El arquitecto ha intentado hablar con ellos, también sin éxito. Por una rendija de la puerta ha colado una nota con su teléfono con la esperanza de que se pongan en contacto con él para negociar. "Lo que quiere la inmobiliaria es que nombren un interlocutor para hablar con ellos y que salgan por las buenas", ha declarado Heredia. Según el arquitecto, la propietaria no ha puesto denuncia por estos hechos porque ya hay una puesta desde septiembre por una okupación previa a esta. El representante desconoce quiénes son y no ha querido especular con que los inquilinos que ya había en el viejo hotel están relacionados con el 15-M.

Viendo que no había nada que hacer, el arquitecto se ha ido, con la esperanza de que le llamen. La policía también se ha retirado. "Los jefes están buscando una solución a este asunto", ha avanzado una empleada de Monteverde, que realiza sus inversiones en el sector inmobiliario de lujo. La compañía presentó en 2010 un concurso voluntario de acreedores por no poder hacer frente a los 170 millones de euros que acumulaba en deudas. Aún así, el grupo confiaba en una nota que hizo pública en el valor de sus activos y negociaba con sus acreedores un plan de pagos para poder salir del proceso concursal.

En la fachada continúan colgados los carteles La casa del Pueblo y Ateneo Popular. Dado que ni dejan entrar a los medios ni quieren hacer declaraciones, se desconoce cuánta gente hay dentro, aunque se ha podido ver a unas cinco personas asumándose por las ventanas. En un primer momento iban con el rostro tapado por bufandas o pañuelos, incluso una máscara egipcia, pero a lo largo de la mañana se las han quitado. "Nos tocan a uno, nos tocan a otros", les gritaban desde abajo los congregados para apoyar su causa. Junto a ellos hay muchos curiosos y una veintena de periodistas. Desde fuera les pasan manzanas y otros alimentos y están recogiendo firmas para apoyar el uso del edificio como casa del pueblo. A la una de la tarde, los encerradas han dejado entrar a todo el que quisiera para limpiarel lugar. El hotel, que tenía categoría de tres estrellas, se encuentra en buenas condiciones, tiene luz y muchas habitaciones amuebladas.

Una persona que ha entrado cuenta que los okupas son unos 40. El más joven es un bebé de apenas meses, mientras que la mayor la anciana de 73. El 15-M decide en asamblea a partir de las seis de la tarde en la plaza de jacinto Benavente qué uso dar el edificio: espacio asambleario, refugio para desahuciados, vivienda de los disidentes cubanos acampados frente al Ministerio de Exteriores o sencillamente como centro social. O todo a la vez. Lo que está claro es que en el interior caben todas las propuestas y los ideales del 15-M. Durante horas ya se abordó ayer el tema en asamblea. “Debe quedar claro que la ocupación es provisional”, explicaba con un megáfono un miembro del 15-M.