González: "Me da pena que el partido tenga los brazos caídos"
El expresidente defiende la estabilidad presupuestaria que considera "filosofía de buen gobierno" "Me gustaría más saber si tienen claro para qué tienen que ganar”, ha dicho sobre el PSOE
"Quiero recuperar el impulso socialdemócrata y me da pena que el partido tenga los brazos caídos, me dan ganas de zamarrear uno a uno a la gente y decirle: vamos a por todas". Así de contundente se ha mostrado el expresidente del Gobierno Felipe González en la conferencia ayer por tarde impartió, junto a Eduardo Madina, en el Instituto Jaime Vera, (Galapagar, Madrid) bajo el título Los retos de futuro de la UE y la economía española.
En plena precampaña electoral para las elecciones generales del 20 de noviembre, Felipe González ha seguido dando toques de atención a la militancia de izquierdas, y en especial a la del PSOE: “Claro que me gustan que ganen los míos, pero me gustaría más saber si tienen claro para qué tienen que ganar”, ha expresado el expresidente, ya que, según él, "no hay ninguna solución a nivel global sino que recuperar la gobernanza".
Pero no todo han sido críticas para el PSOE. González ha defendido con uñas y dientes la estabilidad presupuestaria y la reforma de la Constitución, que ha considerado "una filosofía de buen Gobierno": "No es una renuncia a la ideología". Con esto ha apoyado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aunque ha criticado el que la reforma "no ha sido explicada". Otras críticas han ido directas contra la oposición y el llamado déficit cero: "Lo que está en la cabeza del Tea party, de Aznar y de las FAES sí es una ideologización negativa, absurda”, ha subrayado.
Ha habido más guiños en clave nacional y directos a Alfredo Pérez Rubalcaba, como la defensa de la supresión de las Diputaciones, que las ha considerado "redundantes", y de donde se tienen que hacer los recortes, antes que de sectores primordiales como la Educación o la Sanidad: "La Sanidad es un gran motor de la investigación e innovación, es un motor de generación de empleo de alta calidad, lo último que hay que recortar es la salud".
Aunque el exjefe de Gobierno ha asegurado, al comienzo de su intervención, que la tarea de los think tank le aburre "muchísimo", no solo ha expresado su profunda duda e inquietud sobre si las iniciativas socialdemócratas estén al alza, a pesar de que, según González, tampoco cree que si ganan los conservadores lo tengan claro. El ejemplo que ha dado González ha sido el del líder del PP, Mariano Rajoy, del que ha dicho que "no quiere aclarar su programa oculto": "Me gustaría pensar que está ocultando lo que quiere hacer porque tiene claro lo que quiere hacer. Me temo que no oculta nada porque no tiene nada en la cabeza", ha sentenciado. "Está nadando de muertito. No mueve los brazos, la ola le lleva a la orilla. ¿Para qué agitarse? Si se agita, a lo mejor se hunde", ha expresado, al recurrir a un símil mexicano para describir el comportamiento de Rajoy antes de las elecciones generales.
Soluciones desde y con Europa
El secretario general del grupo parlamentario socialista, Eduardo Madina, ha sido el primero en intervenir y advertir de que se sigue en una situación de riesgo en materia económica -"Seguimos estando en una zona de riesgo, las leyes nacionales se quedan muy pequeñas"- y la necesidad de Europa como "escapatoria": "Hoy que tanto se habla de ella, es un centro de gravedad sobre la que gira todo, y tiene una excesiva exposición a los mercados con pocas leyes pocas normas de tráfico".
Felipe González ha abordado el tema europeo en la misma línea -"tenemos que hacer nuestras reformas estructurales, que no serán suficientes para enfrentar la crisis si no se hacen también acuerdos europeos"-, criticando que haya un problema de gobernanza "español, europeo y global" y que las instituciones internacionales padezcan una "miopía peligrosa".
Una de las medidas que González ha reiterado como solución son los llamados eurobonos, con el fin de que los socios que comparten la moneda única puedan financiarse con el aval del Banco Central Europeo y tener que pagar un interés más bajo por su deuda, a diferencia de los bonos a diez años, plan que ha criticado: "Un pensionista que compre bonos a 10 años y recupere su interés en 2021 no quiere arriesgarse a que no le vayan a pagar”, ha ejemplificado.
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