Detenidos en Venezuela tres etarras que habían escapado de Cuba
Los terroristas encallaron en una playa y están retenidos en una base militar costera
Tres etarras han sido detenidos en Venezuela, hasta donde escaparon en barco desde Cuba, cuyas autoridades les habían negado reiteradamente el permiso para salir legalmente. María Elena Barcena Argüelles, Iñaki Etxarte Urbieta y Xavier Pérez Lekue están detenidos en una base militar, junto a un guía haitiano, después de que encallaran en el conglomerado de paradisiacas islas de Los Roques.
Los tres huidos, que llevaban más de 20 años en Cuba, habían realizado gestiones en el consulado español en La Habana y ante las autoridades cubanas para que les facilitaran documentación para salir de la isla. Los tres habían manifestado por escrito su incomodidad con la situación en la que estaban en Cuba y querían marcharse de allí. En una carta fechada en febrero pasado en La Habana incluso habían calificado al régimen castrista de “carcelero” por impedirles salir. Su constante protesta para abandonar la isla causó malestar en el colectivo de etarras en la isla, una veintena aproximadamente.
A la vista de que no había manera de salir legalmente, hace unos días alquilaron una embarcación de recreo y contrataron a un guía para navegar hasta las costas de Venezuela al modo de los balseros cubanos. “Debieron pensar que era al único sitio al que podían largarse sin papeles y con garantías”, aseguran fuentes de la lucha antiterrorista.
Los tres permanecen “retejidos, que no detenidos”, en una base militar cerca de la costa, donde están siendo tratados “bien”, según una persona que conoce su situación, que añade que los tres temen ser extraditados a España. Sólo Etxarte tiene causas pendientes, por la supuesta colaboración de ETA con las FARC colombianas con mediación del Gobierno venezolano. Pero la Audiencia Nacional ya ha iniciado gestiones en para extraditar a los tres, según las fuentes consultadas.
Inicialmente están acusados en Venezuela de intento de entrar ilegalmente en el país, pero fuentes cercanas a ellos afirman que ya se está intentado suavizar la postura de las autoridades venezolanas para que se queden.
Etxarte y Bárcena ya montaron una similar a finales de los años 80, cuando llevaban años deportados en la isla de Cabo Verde. El proceso fue muy parecido: protestaron porque no se les dejaba salir de la remota isla atlántica, hicieron una huelga de hambre de protesta y, como no les hacían caso y el colectivo de etarras de la isla comenzaba a estar molesto con ellos, en junio de 1987 tomaron un barco y, tras cuatro meses de singladura sin que nadie supiera nada de ellos, tomaron tierra en Cuba.
Casi cuarto de siglo más tarde, Etxarte y Bárcena, ambos donostiarras de 51 años, estaban hartos de Cuba. En la carta que enviaron a este diario, acusaban al Gobierno de La Habana de condenarlos “de facto, a cadena perpetua, en un marco, además, de absoluta inseguridad jurídica”. Para ellos entonces era un “humillante trago” el pasar por el consulado español a pedir papeles. Pero, según las fuentes consultadas, acabaron haciéndolo en vano, para escapar de “una cárcel” donde no querían “permanecer ni un día más”.
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