El PSOE convoca a los suyos a tres cumbres en vísperas de los plenos
Los debates se celebrarán el lunes 29 de agosto, durante todo el día Un sector del grupo había protestado por no poder debatir la medida tras el anuncio de Zapatero
El PSOE, tras la insistencia de varios de sus diputados, ha convocado a los 169 miembros del grupo parlamentario en el Congreso a una reunión el próximo lunes día 29 a las ocho de la tarde, víspera del pleno en el que la Cámara baja tiene que tomar en consideración la reforma pactada por PP y PSOE del el artículo 135 de la Constitución sobre el límite de déficit público. Además, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presidirá esa misma mañana la Comisión Ejecutiva federal y, por la tarde, el candidato a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunirá con los barones del partido.
La reunión de los barones se celebrará por la tarde, ya que en la mañana del lunes se celebrará la reunión de la Comisión Ejecutiva, la primera tras el anuncio del presidente del Gobierno de que había pactado con Rajoy la modificación de la Constitución para incluir en ella el límite al déficit público. Además de Rubalcaba, también está previsto que asistan al encuentro de la tarde el vicesecratario general del PSOE, José Blanco, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias y la coordinadora de campaña, Elena Valenciano.
El objeto de la convocatoria, según las fuentes consultadas, es abordar la Conferencia Política que celebrará el PSOE los días 30 de septiembre y uno y dos de octubre y en cuya preparación ha estado trabajando todo el verano el equipo del candidato.
No obstante, en ese encuentro, también tendrán la ocasión de abordar la reforma de la Constitución y la fijación de los límites de déficit en la Ley Orgánica que se han negociado paralelamente. En esta reforma, se establece que las CCAA no pueden superar un déficit del 0,14 por ciento de su PIB, mientras que las entidades locales tendrán que tener un presupuesto equilibrado.
La reunión semanal del grupo socialista, por su lado, estaba prevista para el 13 de septiembre, pero el descontento surgido en sus filas por la manera en la que conocieron la reforma que tienen que votar ha movido a la dirección del grupo a adelantar el encuentro.
La inmensa mayoría de los diputados del PSOE se enteró el mismo martes por la mañana, cuando José Luis Rodríguez Zapatero lo anunció desde el estrado, de que su partido iba a impulsar una reforma de la Constitución en dos semanas para fijar un límite al déficit público (y, por tanto, al gasto público), algo a lo que los socialistas siempre se habían negado. Hubo caras de estupefacción y un murmullo que recorrió los escaños socialistas al tiempo que el presidente se explicaba, según cuentan miembros de ese grupo y de otros de la oposición.
Y el mar de fondo no ha parado desde entonces: diputados del PSOE pidieron en los últimos días una reunión del grupo parlamentario al completo para poder discutir una medida que consideran demasiado relevante como para votarla sin debate previo.
Carmen Hermosín, diputada por Sevilla y presidenta de la Comisión de Interior en el Congreso, tachó ayer de “insólito” y “chocante” que la primera reforma constitucional en tres décadas —hubo otra en 1992, pero fue obligada por el Tribunal Constitucional para adaptarse al Tratado de Maastricht— vaya a hacerse “a velocidad exprés”.
Ella apoyará la reforma porque, si el Gobierno la ha planteado, confió Hermosín, “sus razones tendrá”. Pero no entiende la falta de debate, y por eso pidió una reunión de todo el grupo parlamentario para que los diputados puedan expresar sus dudas. “He echado de menos una explicación mayor”, dijo Hermosín en declaraciones a Europa Press. No le gustó que los diputados —que son los que van a tener que votar la reforma— llegaran el martes al Congreso y se les dijera: “Esto es lo que hay”. “Tiene que haber más explicaciones para que de alguna manera se participe en la decisión. Ya que estamos en esto, pues al menos debatirlo”, concluyó la diputada sevillana.
En principio, la próxima reunión de los 169 diputados del grupo estaba fijada para el 13 de septiembre; pero, según han confirmado fuentes socialistas a este periódico, Carmen Hermosín no es la única que ha pedido que se adelante unos días, para que puedan hablar antes del pleno en el que se decidirá la toma en consideración de la reforma constitucional.
Las voces críticas que, desde dentro del PSOE, se habían alzado la víspera públicamente contra la propuesta de reforma quedaron acalladas ayer. A primera hora de la mañana, Elena Valenciano, jefa de campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió a esos descontentos “un poco de prudencia y paciencia”. “Que salgan discrepantes con esta cuestión es relativamente grave en la medida en que es comprensible que haya un debate sobre esto, y el PSOE es un partido que debate y además debate abiertamente. La gente tiene una cierta dificultad para comprenderla, incluso para compartirla, pero creo que cuando esté acordado lo compartirán”, dijo Valenciano en una entrevista en RNE.
“Entiendo que haya muchos compañeros que tengan dificultades para verlo, que sea una decisión que les afecte, que les resulte difícil”, prosiguió la responsable de la campaña del PSOE. Eso es normal, afirmó, en “un partido que debate abiertamente” y que tiene “voces plurales, distintas personalidades”. “No tiene nada que ver con nuestro candidato y proyecto, que en estos momentos es respaldado por la totalidad del partido”, subrayó.
El expresidente de la Generalitat y primer secretario del PSC, José Montilla, declaró, por su parte, que no es “entusiasta” de la reforma, que en su opinión viene impuesta por Francia y Alemania. “La compra de bonos españoles por parte del BCE no ha sido gratis”, dijo Montilla, informa Antía Castedo. En todo caso, añadió, en la actual situación de crisis “tiene más costes no hacer la reforma que hacerla”.
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