Camacho se estrena en Tráfico con la operación de agosto
La DGT prevé 43 millones de desplazamientos en el mes más conflictivo del año
Apenas dos semanas después de convertirse en ministro del Interior tras la salida del Gobierno de Alfredo Pérez Rubalcaba, Antonio Camacho ha aprovechado el inicio de la operación de agosto para visitar la perla del Ministerio de Interior, la Dirección General de Tráfico (DGT), la institución que ha logrado uno de los mayores éxitos de las dos legislaturas de Zapatero: reducir los muertos en la carretera a más de la mitad.
Tras una visita a las instalaciones del Centro de Gestión de Tráfico y una reunión con los responsables de cada área, Camacho ha repasado la operación del mes más conflictivo por la multiplicación de los desplazamientos, que este año la DGT cifra en 43 millones.
La primera fase de la operación empieza mañana a las tres de la tarde. Tráfico prevé hasta el lunes a medianoche alrededor de 6,7 millones de desplazamientos. El operativo será el habitual: más de 600 funcionarios y personal técnico en los Centros de Gestión, 400 agentes extra, que se suman a los 10.000 de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico, carriles adicionales, restricción de circulación a los vehículos especiales y con mercancías peligrosas e itinerarios alternativos que se pueden consultar en la página de la DGT.
Camacho ha resuelto su primera comparecencia de Tráfico con los tradicionales consejos, “reglas sencillas que hay que reiterarlas”, sobre los excesos de velocidad, el uso del cinturón de seguridad, la precaución en los desplazamientos cortos y en las carreteras secundarias o los peligros del alcohol en la conducción. “Hay que trasladar el mensaje a la ciudadanía de que los límites de velocidad no son arbitrarios” sino que “garantizan la seguridad”, ha destacado. Sin embargo, ha rechazado que la vuelta a los 120 kilómetros por hora, tras la reducción de la velocidad a 110 impuesta entre el 7 de marzo y el 30 de junio, influya en el aumento de los accidentes.
Más cómodo se ha encontrado con los asuntos que más conoce por su labor en los últimos siete años al frente de la Secretaría de Estado de Seguridad. Preguntado por el caso Faisán, Camacho ha rechazado que el Gobierno haya presionado a los jueces de la Audiencia Nacional para que retiren la acusación de colaboración terrorista con los tres altos mandos policiales procesados, en alusión a la decisión del presidente de la Sala de lo Penal, Javier Gómez Bermúdez, de que el chivatazo a ETA lo estudie el pleno de la sala y no su Sección Segunda. Esta decisión supone que ahora intervendrán jueces que no ven tan claros los indicios de colaboración terrorista. "No es un comportamiento propio de una democracia el elevar al cielo a un juez cuando sus resoluciones nos gustan y hundirle cuando sus pronunciamientos nos desagradan o no forman parte de una determinada estrategia política", ha afirmado Camacho quien, "por formación y convicción", ha asegurado que guardará "exquisito respeto a lo que tenga que ver con un proceso judicial en marcha".
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